Palo completamente distinto es el de los «Blues & Decker», banda de cuatro elementos nacida en Gijón con un sonido taladrador que trabaja el blues eléctrico en casi todas sus variantes. Recién premiados en el último Oviedo Rock (se llevaron el tercero), Guzmán, Gustavo, Kike y Ludwig acaban también de grabar por aquí cerca, en los Magoo del célebre y fundamental Juan Martínez, y lo han editado, bajo el nombre de «Stealin' the blues», con la gente de Gaztelupeko Hotsak, un sello vasco que cumple en la actualidad la función que en los noventa hizo Cambayá desde Granada, sacar lo mejor de la escena blues nacional.

El cuarteto, buenos músicos y grandes connaisseurs del género, hacen más o menos blues de Chicago, es decir, blues eléctrico por el palo clásico, aunque a veces retuercen un poco la tradición en el sentido en que lo pudo haber hecho Muddy Waters en el «Electric Mud», por ejemplo. Yo los veo con posibles de banda más «soulbrothers», pero por ahora se mantienen en un rock-blues tan aceptable que podrían, fácilmente, ser la banda de Robert Cray. Todo eso lo pondrán sobre el escenario este mismo sábado por la noche en el Al fondo hay sitio (en la Calle Oscura). Buen sitio para el buen blues.