Pablo GONZÁLEZ

Los procuradores ovetenses se tomaron un respiro para celebrar su gala anual, en la que impusieron a nueve de sus miembros las medallas de plata y oro, por sumar 25 y 50 años en la profesión. La fiesta de la procura de la capital, que consistió en una cena y un baile celebrados anteayer en el Club de Tenis, sirvió para que los profesionales de este ámbito de la justicia se tomaran un respiro ante los cambios que se avecinan. Algunos de estos son el intento de la Administración de introducir de una vez las nuevas tecnologías en el proceso de las notificaciones entre juzgados y abogados, y la aplicación de tasas para los recursos, lo que podría reducir el volumen de casos que llegan a los tribunales.

A pesar de que la cena anual del Colegio de Procuradores de Oviedo coincidió con la entrega de los premios «Príncipe», el evento estuvo muy concurrido. Hasta 125 profesionales del mundo de la justicia se reunieron para homenajear a los más veteranos del gremio y a la patrona del Colegio, la Virgen de Covadonga.

Los responsables del Colegio, cuya decana es Laura Fernández-Mijares, entregaron la medalla de oro, la placa del Consejo General de Procuradores y de la Mutualidad de Procuradores a José Ángel Álvarez Pérez. Este procurador de 76 años, con 50 de ejercicio, recibió la distinción visiblemente emocionado. También vieron reconocida su trayectoria profesional al cumplir veinticinco años como procuradores: Rosa María García González, Ana Díez de Tejada Álvarez, José María Secades de Diego, María Dolores López Alberdi, Francisco Javier Álvarez Riestra, Yolanda Rodríguez Díaz, Delfina González de Cabo y Clara María Copas Rodríguez. Antes de la cena se celebró una misa en San Tirso, oficiada por José Franco Baizán.