M. S. MARQUÉS

La presentación en Oviedo del libro de Juan Cueto «Yo nací con la infamia», editado por Anagrama, fue un ejercicio de amor y admiración por parte de Juan Cruz, incondicional confeso del escritor y comunicólogo asturiano al que sigue desde los primeros años ochenta cuando le llamaba «para saber por dónde iban las corrientes, los misterios que mueven el mundo».

Con esa amistad fraguada en aquellos años, el periodista de «El País» consiguió arrancar a un remiso Juan Cueto el consentimiento para sacar adelante un libro con una selección de sus mejores artículos, «un volumen intelectualmente muy nutritivo y un libro de mañana», porque según Cruz, a pesar de haber sido escritos hace años, muestran una actualidad sorprendente. «Nada en estos textos te deja indiferente», señaló.

Juan Cueto reconoció que era contrario a editar, no porque esté en contra de los libros, sino por «vergüenza», porque se trataba de exhibirse como autor, cosa que nunca pretendió. «Me gustaba hacer cosas que luego se publicaron, pero no sabía que podrían tener un más allá». Responsabilizó a Juan Cruz de lanzarle «al precipicio de editar», pero el ya tenía en mente el libro que quería, una obra «que contara el mundo de hoy de acuerdo con las nuevas pantallas de cine y televisión». Añadió que cuando dijo que sí a la publicación estaba buscando textos que encajaran con el momento actual, que tuvieran una continuidad y que miraran las nuevas tecnologías con una mirada distinta.

El autor de «Los heterodoxos asturianos» asegura que «Yo nací con la infamia» intenta ser «un ejercicio de puro periodismo, no como el que circula por la red, que no permite pensar ni reflexionar». «No creo en el periodismo de internet, me parece una aberración». A su juicio, la tan loada inmediatez y la impuesta síntesis «son contrarios al pensamiento complejo». Ahora, desde su punto de vista veterano, sostiene que «ni siquiera los más pesimistas podrían imaginar esto». Fue respaldado por Cruz, para quien el periodismo no es internet, «se hace con un lápiz y un papel».