Cantaora, interviene hoy con la OSPA en el Auditorio

Javier NEIRA

Nacida en Francia de familia cartagenera, criada en Barcelona y formada en el flamenco desde niña, Ginesa Ortega cantará hoy con la OSPA, dirigida por el maestro Rossen Milanov, «El sombrero de tres picos», de Falla. El programa se completará con «Petrouchka», de Stravinsky. El concierto se ofrecerá a las ocho de la tarde en el Auditorio de Oviedo. Mañana, sábado, la OSPA repetirá programa en el Palacio de Festivales de Santander. La profesora de musicología María Sanhuesa ofrecerá, hoy, una hora antes del concierto, una conferencia sobre Sergei Diaghilev.

-¿Cómo y cuando inició su relación con la música?

-En reuniones familiares. Mi madre es gitana. Siempre hubo música en casa.

-¿Cuándo empezó a cantar?

-Empecé a cantar flamenco a los 12 años, influida por los grandes del género.

-Por ejemplo.

-Muchos, como Manolo Caracol, la Niña de los Peines, Juanito Mojama...

-¿Canta solo acompañada por una guitarra o con otros formatos?

-Hay distintos formatos. La base es el cante jondo. Yo me considero cantaora. Pero viviendo siempre en Barcelona enlacé también con el teatro y con el jazz.

-¿Cómo?

-Fue a la edad de la rebeldía, a los 18 años. Investigué en otros terrenos distintos del flamenco. Por ejemplo, el jazz. Y después empecé a actuar con «La Fura dels Baus».

-Y en la música clásica.

-Empecé en el Teatre Lliure. El maestro Josep Pons recordó que la primera versión de Falla, de 1915, de «El amor brujo» la escribió para Pastora Imperio. Y no se había vuelto a hacer con cantaora. Así que empecé a cantar música clásica con «El amor brujo» de Manuel de Falla. Fue un reto viniendo del flamenco. Parecía un atrevimiento, pero salió bien y me agradó.

-¿Qué más?

-Hice la parte de cantaora o cantaor de «La vida breve», de Falla, y las canciones de Lorca. «El sombrero de tres picos» es la primera vez que lo interpreto. No creo que Falla lo concibiera para cantaora.

-¿Para quién lo concibió entonces?

-Para voz de mezzosoprano. Que yo sepa ninguna cantaora lo ha hecho hasta ahora.

-¿Qué relaciones profesionales mantiene con la OSPA?

-Tengo relación desde hace mucho tiempo con la OSPA, desde «El amor brujo» que grabamos. Hice con la OSPA varios conciertos. Con el maestro Valdés realizamos una gira por México y Chile. Son como unos amigos para mí.

-¿Cómo saldrá al escenario?

-Mi intervención no es muy extensa, para este concierto voy de largo, no de cantaora.

-Usted es muy guapa. ¿Ha influido el físico en su carrera?

-Gracias. No. Es fruto de mucho esfuerzo y de muchos años de trabajo, batallando y estando al día.

-¿Qué diferencias hay entre una cantaora y una cantante de música clásica?

-La formación es diferente. Una mezzo tiene formación clásica, más técnica. En el caso de los cantaores hay técnica pero influye mucho el corazón. El cantante clásico utiliza el corazón y lo aplica a la técnica. El corazón prima sobre la técnica en el caso de los artistas flamencos.