Que la crisis golpea en todos los sectores no es ya, a estas alturas, novedad. Nuestra ciudad no está exenta de ver como un día sí y otro también establecimientos emblemáticos echan el candado. Ahora le ha tocado a la gasolinera que desde mi más tierna infancia está ubicada donde la plaza del coronel Teijeiro, unos postes que desde tiempo diría que inmemorial servían carburante al respetable en pleno centro de la ciudad, zona que, por otro lado, acaba de ser remodelada para dar más fluidez a la circulación. Ha echado pues el pestillo y no es la única, la bajada en el consumo de carburantes en el Principado es muy acusada y más que lo será a partir del próximo 1 de enero, cuando el llamado céntimo sanitario sea aplicado por el Gobierno regional en su escala más alta, algo más de cuatro céntimos por litro despachado. Y digo que no es la única gasolinera que ha cerrado porque me informan que otras estaciones en Mieres y Gijón también lo han hecho.

No me sorprende que para reconfortarse, el presidente de la patronal Severino García Vigón haya decidido estos días volver a leer «El Quijote». Por lo menos se distraerá de tanto problema empresarial. Por su parte, el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, caballero donde los haya, ha tenido el detalle de invitar a comer, en la planta superior de la Delegación del Gobierno para felicitarles las navidades, a los miembros del Jurado de Expropiaciones del Principado, que preside Rafael Martínez, figura destacada de la judicatura asturiana y que pronto será ascendido a un cargo muy importante en la misma.

Precisamente, el Ministerio de Justicia acaba de distinguir con la cruz de primera clase de la Orden de San Raimundo de Peñafort, con motivo de la festividad de la Constitución, al abogado y profesor de la Facultad de Derecho Eduardo Estrada Alonso, profesor titular de Derecho Civil de la Universidad de Oviedo y al frente de un destacado despacho de abogados con sede en Oviedo y Madrid. Con un montón de publicaciones en su currículum vitae, Eduardo Estrada dirige la cátedra de Distribución Comercial de la Fundación Ramón Areces y es árbitro de la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Madrid.

Hijo del que fuera destacado médico Luis Estrada González, quien fue además un destacado montañero puesto que incluso llegó a desempeñar la presidencia de la Federación asturiana, Eduardo Estrada está casado con María Victoria Azcona de Arriba, procuradora de los Tribunales, y sus hijos siguen también la carrera de la judicatura. Eduardo Estrada, por tanto, es cuñado del empresario y comunicólogo Lalo Azcona, desde hace unas fechas presidente del Consejo Social de la Universidad asturiana, cargo del que no me cabe duda fue impulsado a aceptarlo por la influencia universitaria de su familia asturiana.

Este abogado y profesor universitario, distinguido ahora por el Ministerio de Justicia a propuesta de la propia Universidad de Oviedo, ha logrado causar impacto en la jurisprudencia del Tribunal Supremo en materias como parejas estables, el derecho al honor y la capacidad de los tutores para el ejercicio de acciones personalísimas (separación y divorcio) en nombre de los incapacitados.

El próximo día 28 de diciembre, los santos inocentes, no sólo será aprobado en la Junta General del Principado el presupuesto para el 2013, sino que, un año más y van 42, los integrantes de la promoción de ingenieros de Minas, que en su Escuela Superior en Oviedo terminaron la carrera en 1970, se reunirán en fiesta recordatoria en Casa Fermín, convocados por el ex presidente de Hunosa Luis Tejuca. No faltarán el propio delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, el director de Radio Asturias, Luis Toyos, y directivos mineros hoy ya jubilados como Manuel Enterría o Ángel Molicie, por citar. Luis Tejuca, precisamente, acaba de rematar una experiencia profesional que ha durado siete años como asesor de la dirección del grupo Iberpotash en las minas de potasas que tienen en Barcelona, que cuenta con 900 trabajadores y es propiedad de una multinacional israelí que es la que domina el mercado de las potasas en el mundo. Precisamente, Luis Tejuca ha recibido estos días homenajes de despedida por la dirección, técnicos y sindicatos tras haber conseguido reflotar esta explotación en su día propiedad del Instituto Nacional de Industria antes de ser privatizada.

Como estas fechas son adecuadas para que los hijos pródigos retornen a casa para pasar unos días en compañía de familiares y amigos, es por lo que no me sorprende ver paseando por la calle de Uría a uno de los principales asesores de Mariano Rajoy en la Moncloa, principalmente en temas relacionados con África. Se trata del diplomático ovetense Raimundo Robredo Rubio, que fue primer secretario de la Embajada de España en Tokio, así como desempeñó funciones de cónsul en Nigeria y Sudáfrica. Me consta que el presidente del Gobierno tiene una gran confianza en este joven economista -no llega a los 35 años- cuyo padre, por cierto, fue un destacado ejecutivo en la alta dirección de la antigua Ensidesa. Nada mejor que disfrutar de la Navidad en nuestra querida Vetusta.