P. G. P.

José Donate, responsable del grupo municipal de Foro en cuestiones de urbanismo, defendió ayer el apoyo de los ediles foristas a la modificación del catálogo de edificios protegidos asegurando que «la legalidad urbanística está suficientemente protegida por tres filtros. Esto no se va a convertir en una selva». Donate se refería así a que cualquier intento de «tocar» en Oviedo un edificio catalogado debe recibir el visto bueno de los técnicos municipales, de la Consejería de Cultura y de la Consejería de Fomento a través de la CUOTA. «Es imposible pensar que todo el casco antiguo se vaya a tirar abajo», añadió Donate.

Para el portavoz del Grupo municipal Socialista, Alfredo Carreño, «la derechas insisten en dejar sin protección los edificios históricos de la ciudad». Carreño señaló cómo las correcciones exigidas por la CUOTA, y aprobadas ayer, «reducen significativamente las pretensiones del equipo de gobierno». Para el líder socialista la idea que, a su juicio, el PP y Foro no han podido poner en marcha en toda su extensión era «una agresión al patrimonio de los ovetenses» y «una irracionalidad permitir la creación de garajes en bajo rasante de forma arbitraria en el caso antiguo». Los socialistas consideran que la adecuación de los edificios debe hacerse a través de la inspección técnica de edificios (ITE).

Por su parte, Roberto Sánchez Ramos, Rivi, denunció que la pretensión del equipo de gobierno que encabeza Agustín Iglesias Caunedo -el inicio de los trámites de la modificación data de la época en la que Gabino de Lorenzo era el alcalde y Alberto Mortera el edil de Urbanismo- era hacer plazas de garaje pero sin explicar «cómo se iba a hacer sin tirar todo el edificio». Para Sánchez Ramos, se produce además un contrasentido dentro de este «furor» por querer construir plazas de garaje en el casco antiguo «después de la peatonalización de la zona». «Afortunadamente la CUOTA ha puesto un relativo freno la pretensiones de una salvaje reestructuración de los edificios del Oviedo antiguo que conllevaría a un recreación de los mismos y no a su rehabilitación», denuncia el edil de IU. Para Sánchez Ramos, el objetivo era aplicar el «modelo Fontán» para «tirarlo todo y volver a hacerlo de nuevo».