Javier NEIRA

El libro «España no es un mito» del filósofo asturiano Gustavo Bueno, publicado en 2005, ha sido traducido al chino, editado por la Universidad de Nankín, una de las más importantes del país. En la Fundación Gustavo Bueno se recibió en la mañana de ayer la noticia de que la edición ya estaba en las librerías y en la red Amazon.

Un portavoz de la Fundación Gustavo Bueno, que está en contacto con el traductor del libro, indicó que el interés de la intelectualidad china por el estudio de Bueno se centra en la defensa que realiza de la nación española, de su unidad, en un momento en el que en China existen activos movimientos secesionistas tanto en el Tíbet como en zonas del sur oeste del país donde hay una importante población musulmana. Curiosamente en occidente, especialmente en ambientes separatistas, se considera que China es, con España, un modelo de descentralización. En México, por ejemplo, según se ha indicado desde la Fundación Gustavo Bueno, citan como hitos los dos países para avanzar hacia la liquidación del Estado nacional.

Gustavo Bueno indicó ayer que la traducción al chino de su libro «España no es un mito» es «una cosa rara, no conozco las claves del asunto, no se por qué eligieron ese libro y no otros. En un principio pensé que les interesaba las reflexiones que hago sobre el Quijote. O porque hablo del peligro amarillo, de la amenaza amarilla, pero por lo visto no es por eso. Parece ser que les interesa el análisis de la nación y de las autonomías».

Bueno comentó asimismo que «hace años José Cosmen me regaló un libro publicado por Alsa en chino. Me dijo que era una edición corta... 300.000 ejemplares. Así son allí las dimensiones de todo. Se trataba de dos tomazos de "La Regenta" pero como estaban en chino no había forma de comprobarlo. El lenguaje sirve para comunicarse, dicen ¡o para quedarse cortado! En cuanto a mi libro, es de 2005. La época influye como es natural. Acababa de presentar "España frente a Europa" en Bilbao. Se armó una bronca tremenda. Me dijeron que España era una entelequia. Después lo presenté en Noreña. Me estaban esperando unos diez individuos en fila. Eran de Andecha Astur. Al llegar uno me llamó «¡fascista!». Le dije «¿por qué?». «Eres de esos que vienen de Madrid a chupar del bote». Otro me descalificó por decir que nunca hubo celtas «y yo soy celta». Yo, también a gritos, le respondí: «no eres celta, eres un imbécil. Después empezamos la conferencia. Entonces había cosas más escandalosas, ahora son más reales. El nacionalismo astur se agitaba. Bueno, el otro día uno de Izquierda Unida dijo que la nación española le olía a Franco. Ahí ya no hay nada que discutir, sencillamente solo cabe llamarle ignorante. Como cuando afirman que el imperio español huele a José Antonio. Pero hombre si el Conde de Aranda propuso dividir el imperio español en tres reinos, cada uno con su príncipe y Carlos III de emperador».

Bueno considera que «la situación se ha ido agravando. El otro día Rajoy con el Príncipe y una ministra no le respondió a Mas. Hizo como que no le había oído en vez de interpelarle. Si se mete un tanque se arma un follón tremendo en toda Europa, sería imprudente, pero cuando la cosa esté a punto de caer no habrá más remedio que intervenir. De lo contrario ocurriría como el zorro prudente de "El conde Lucanor" que siempre espera a mejor ocasión para ir al dentista hasta que se queda sin dientes».

En cuanto al contenido recordó que «en "España no es un mito" trato de demostrar que España existe. Está reconocida por la ONU, tiene Constitución... analizo amenazas y peligros. El Código Penal reserva la amenaza a individuos, cosas de juristas, así que explico los peligros. Abordo su existencia y su esencia. La existencia es evidente. En cuanto a la esencia, se niega su cultura. Para ver su contenido característico repaso la historia de España y explico su papel en Europa. Y hablo del alma española, un género literario que procede de la psicología de Wundt, muy de moda a finales del XIX. El alma de Andalucía, de Soria, de Asturias. Un psicologismo repugnante. En vez de alma ahora dicen cultura». En el libro ahora traducido al chino también se estudia la figura de don Quijote que se ha «presentado como símbolo político; no es solo un loco sino un símbolo de España, es lo que afirma el bachiller Carrasco: es la flor y nata de la nación española. Y repaso el discurso de las armas y las letras. Las armas son tan importantes como las letras es la tesis de Cervantes y la de Aristóteles. Creo que fue Bono quien, por entonces, pidió que se quitase la guerra de la Constitución. Eso es estar en Babia».