Consciente de sus responsabilidades, el arzobispo de Oviedo ha sido el primer prelado en España que ha puesto sobre la mesa sus poderosas razones -«remember», Lastra- para vetar unas jornadas de los colegios religiosos programadas para enero en la ciudad. ¿Causa?... Algunos contenidos y ponentes considerados, al parecer, no conformes con la doctrina.

Jornadas habituales, por otra parte, que se desarrollarían en nueve capitales españolas con la colaboración de editoriales religiosas como PPC, Edelvives, EDB, Khaf y SM. Da la impresión de que la Conferencia Episcopal ha chupado rueda de fray Jesús con una nota explicativa posterior. ¿Todas las escuelas católicas son efectivamente católicas?

No se hicieron esperar los desaforados ataques de los habituales en el país, siempre irritados con la Iglesia católica y que vuelven donde solían, curiosamente en defensa de su particular «ortodoxia» religiosa, que en el fondo les importa un pito. Ya quisiera yo ver la reacción de un partido o un sindicato si le metieran el enemigo en casa. Resultado: habrá nuevas jornadas en Oviedo con la desaparición de un par de conferenciantes. ¿Quiénes?

La primera, una dominica argentina de 47 años que atiende por sor Lucía y que me trae a la memoria un simpático personaje manchego de mis viejas andanzas profesionales, sor Chelito de Cuenca, una especie de asteroide monacal más tarde desplazada a Asturias por su congregación. ¿Qué habrá sido de ella?

Sor Lucía Caram, de cuyo ingenio nos ha privado la supresoria decisión archiepiscopal, es monja de supuesta clausura en Manresa, aunque advierte que su convento es el mundo entero. Reconozcamos que en ese amplísimo recinto realiza una indudable labor social, al tiempo que hace declaraciones tan estupefacientes como la de que «Artur Mas, Jordi Pujol y Marina Geli irán al Cielo, pero Mariano Rajoy va a tener serias dificultades para entrar».

Se pueden compartir o no estas ideas, que yo clasificaría como gracietas a tenor de sus chistes: cuenta que Cristiano Ronaldo ha dicho: «Dios me envía para que la gente vea buen fútbol». A lo que Messi replica: «¡Yo no recuerdo haberte enviado!»? Por algo ella misma se define como «la monja cojonera». Que no falte el humor. Anécdotas aparte, me dicen que la inefable sor Lucía pasa de formulismos y tiene manga ancha en punto a moral sexual, aborto y laicismo, comprensión que ella parece recibir a la vez de sus superiores.

Otro de los vetados es el psicoterapeuta Emilio Pinto, impulsor de un controvertido sistema de atención a la infancia. Con ellos se han solidarizado otros dos de los ponentes previstos, que se retiran, y el dominico impulsor de las jornadas, José Antonio Solórzano, que ha apoyado la discutida asignatura de Educación para la Ciudadanía.

Sobre el intrépido fray Jesús llueven ahora críticas y malévolas conjeturas de quienes se puede suponer, como dejarse llevar de consejeros áulicos (que hay quienes interpretan como el obispable e inteligente vicario Jorge Fernández Sangrador) y atribuir el hecho a una maniobra para hacer diocesanos los colegios de religiosos.

El prelado de Oviedo ha dado así una nueva prueba de que es valiente y ha hecho lo que tenía que hacer. No vale todo.