Golpeaba y zarandeaba a su hijo, un bebé de 55 días, metiéndolo y sacándolo de la cuna para que dejase de llorar. La gijonesa Marián O. G., de 40 años, fue puesta ayer en libertad provisional tras declarar en las dependencias del Juzgado de instrucción número 4 de Oviedo. La titular del Juzgado, María Luisa Llaneza, también le retiró la patria potestad de sus tres hijos -el bebé maltratado, su hermana melliza y el mayor, de 9 años- y dictó para la madre, que tendrá que presentarse dos veces al mes en el Juzgado, una orden de alejamiento de los niños. En su declaración, la presunta madre maltratadora exculpó de cualquier relación con los episodios violentos contra el menor -que se debate entre la vida y la muerte en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA)- a su pareja y padre de los niños, Daniel M. Z., de 33 años. La juez también lo dejó en libertad provisional y le retiró la custodia de sus hijos, aunque al padre sí le está permitido visitarlos. Como medida cautelar, se ha otorgado la custodia de los pequeños a la abuela paterna. Llaneza se inhibirá ahora ante un Juzgado de Gijón, que proseguirá con la instrucción de un caso que terminó en los Juzgados de Comandante Caballero porque la pareja fue detenida en Oviedo, cuando visitaban al bebé en el hospital.

«Soy inocente, yo nunca les puse la mano encima a mis hijos, me paso todo el día trabajando fuera de casa para mantener a la familia». Daniel M. Z., padre del bebé lesionado, fue el primero en declarar ayer ante la juez. Explicó que trabaja de camarero en una sidrería de El Natahoyo de sol a sol y negó haber golpeado «jamás» al niño. También explicó que fue su madre, que ayudaba a Marián O. G. en las tareas de limpieza de la casa cada mañana, quien detectó que el pequeño «no respondía a estímulos», por lo que decidieron llevarlo el pasado martes al Hospital de Cabueñes, desde donde fue derivado al HUCA, por la gravedad de las lesiones neurológicas. En su declaración, Daniel M. Z. estuvo asistido por el letrado Pablo Martínez Sánchez. Mientras, de la declaración de la madre del bebé, asistida por la letrada Ángeles Lázaro, ha trascendido que exculpó a su pareja de cualquier relación con los hechos. Estuvieron declarando en los Juzgados durante cuatro horas por separado, aunque finalmente comparecieron juntos cuando les fue notificado el auto de libertad provisional, que coincide con la petición formulada por la fiscalía del Principado de Asturias.

Mientras los padres del menor lesionado declaraban en el interior del Juzgado, funcionarios del servicio de atención a la familia (SAF) de la Policía Nacional entregaban en el mostrador de la estancia el atestado policial. Según ha podido saber este periódico por fuentes próximas a la investigación, los malos tratos comenzaron a finales del mes de febrero. Los golpes se atribuyen a la madre, y en la cuna, que fue retirada de la vivienda para su análisis. Hasta esa fecha los mellizos habían acudido periódicamente a pasar las revisiones médicas al pediatra y las pasaron todas «sin novedad».

El pasado martes por la mañana, la abuela paterna hizo saltar las alarmas cuando acudió al piso de la calle Elduayen para echar una mano a su nuera con los niños y notó que el bebé no respondía a estímulos. La mujer decidió avisar a su hijo, que estaba trabajando en la sidrería Antonio II de El Natahoyo, y esperó a que éste llegara a casa para llevar al niño al hospital. En Cabueñes atendieron al menor, con serios daños neurológicos, y decidieron derivarlo al HUCA. Es en Oviedo donde se activa el protocolo de malos tratos, cuando los efectivos sanitarios observan en el bebé un golpe en la cabeza y hematomas en varias partes del cuerpo. La Policía Nacional detuvo a los padres del menor ese mismo día en las urgencias pediátricas del HUCA. Daniel M. Z. y Marián O. G. fueron conducidos a Comisaría, donde prestaron declaración asistidos por abogados del turno de oficio. En ese momento está de guardia el Juzgado de instrucción número 4, que dirige María Luisa Llaneza, de ahí que ayer se celebrasen las declaraciones en el 4, que terminó la guardia el miércoles.

La pareja vivía desde hace más de un año en un primer piso del barrio de La Calzada. Su hijo mayor, de 9 años, reside en casa de los abuelos paternos -en la calle Nicaragua- de lunes a viernes. Es su abuela quien se encarga de llevarlo a clase, asearlo y darle de comer. Cuando nacieron los mellizos, el pasado 10 de enero, la mujer se volcó también con su nuera y su hijo, y decidió desplazarse todos los días al domicilio de la calle Elduayen para echar una mano con el cuidado de los bebés y la limpieza de la casa. Ha sido ella misma quien ha solicitado ahora la custodia de los pequeños, según confirmó ayer el abogado de su hijo. Por su parte, la letrada de la defensa de Marián O. G. rechazó realizar cualquier valoración sobre el caso.