Ch. NEIRA / E. VÉLEZ

A pesar del mal tiempo y de la crisis, los días grandes de Semana Santa superaron el reto y las reservas de última hora lograron que los hoteles de la ciudad rozaran el lleno el Jueves y el Viernes santos, a pesar de las previsiones del sector, que manejaban porcentajes inferiores. Se trata de una estimación, ya que los datos definitivos de la mesa de hostelería de FADE no estarán disponibles hasta el martes, pero el balance final, según pudo comprobar este periódico en algunos de los establecimientos de referencia en el municipio, fue muy favorable.

Ayer quedaba, además, la esperanza de que el buen tiempo dominical, tras varios días de lluvia, permitiera que algunos visitantes alargaran su estancia en Oviedo, ya que hoy todavía es festivo en seis comunidades.

Al revés, el mal tiempo constante sí que pudo haber influido en la ocupación del final de la semana, pues los porcentajes del jueves y del viernes bajaron algo al llegar el sábado.

La media de ocupación en los principales hoteles de la ciudad se situó, así, en esos primeros dos días en torno al 98%. En muchos de estos establecimientos lograron, además, agotar todas las habitaciones.

Por establecimientos, en el hotel Silken Monumental Naranco el miércoles se cumplieron las previsiones y la ocupación estuvo entre un 40% y un 45%. Pero el jueves y el viernes llenaron todas sus plazas, un 100% de ocupación. El sábado, en cambio, bajaron al 85%. En el Monumental confirmaron que habían sido determinantes las reservas de última hora, y que hasta muy pocos días antes de iniciar la campaña de Semana Santa se esperaba una ocupación mucho peor, que no llegaba en principio ni al 90 por ciento.

Aunque muchos turistas adelantaron su marcha al sábado, el sector también destaca que pueden haber resultado clave en los buenos registros los descuentos en los precios de las noches de hotel (en torno al diez por ciento).

En el hotel Ayre, del edificio del Calatrava en Buenavista, los resultados fueron similares. El jueves el hotel logró un 97,5% de ocupación, el viernes llenó y el sábado bajó un poco, al 98%. La mayor parte de las salidas se había producido ayer. En el hotel Tryp Oviedo indicaron una ocupación similar durante los tres días (jueves, viernes y sábado) en menor medida pero también con buenos datos. La mayor parte, confirmaron, fueron reservas de última hora. En el AC Forum también se mostraron muy contentos con los datos. El mejor, el viernes, casi completo. El jueves y el sábado se movieron en porcentajes alrededor del noventa por ciento.

A pide de calle, el domingo fue el rey de la Semana Santa gracias al sol, que hizo subir la temperatura de la ciudad unos cuantos grados y liberó del paraguas y del chubasquero a carbayones y turistas. El centro histórico se convirtió en un hervidero de personas desde primera hora de la mañana hasta bien entrada la tarde. Las bandas de gaitas y la procesión de Jesús Resucitado animaron a muchos a salir de casa o del hotel. El matrimonio formado por Carmen Sánchez y César Menéndez salió de su céntrica vivienda ovetense «para ver el sol por primera vez en muchos días». La cámara de fotos que compraron recientemente aún estaba sin estrenar, no fuese que se les mojara, y aprovecharon la oportunidad para probar el objetivo. «Cada rincón de nuestra ciudad es bonito, pero la lluvia lo empañaba todo», aclaró la mujer.

A escasos metros, y cambiando la cámara por un teléfono de última generación, dos gallegos sacaban fotos del grupo de baile «Trasgu» sin soltar los paraguas plegables. Según Iván Vilariño, «nunca se sabe, puede llover otra vez. Es por si las moscas».