El jefe del servicio de oncología radioterápica del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), Luis Olay Gayoso, sostiene que la música, el baile, el canto y otras manifestaciones artísticas similares ayudan a los pacientes oncológicos a sobrellevar su enfermedad y afrontar su recuperación. «Les sirven para vencer problemas psicológicos o emocionales: depresión, ansiedad, miedo, insomnio..., y tienen beneficios fisiológicos: la música produce endorfinas que aumentan la sensación de bienestar, puede incluso ayudar a mejorar el efecto de los fármacos contra el dolor», asegura. Olay está empeñado en crear una unidad de terapias oncológicas complementarias en el nuevo Hospital de La Cadellada, pero a la espera de concretar ese proyecto colabora con la Fundación Cultural «Don Pelayo» en la preparación de un programa de desarrollo artístico para pacientes oncológicos.

La recaudación del concierto que la soprano ovetense Tina Gutiérrez y la Banda Sinfónica del Conservatorio Profesional de Música de Oviedo ofrecerán esta tarde, a las ocho, en el teatro Filarmónica, con el patrocinio de LA NUEVA ESPAÑA, servirá para poner en marcha ese proyecto. A este evento asistirá Patricia Rato, sobrina del ex vicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato y ex esposa del torero Espartaco.

Precisamente, refiere Luis Olay, la iniciativa surgió tras una charla en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA. «Tina me contó su experiencia con la música en geriátricos y me planteó utilizarla con pacientes oncológicos», explica. Dicho y hecho, y con ese fin se organizó el concierto de hoy. El próximo otoño, Olay tiene previsto que ya estén funcionando los grupos de música, baile, coros y representaciones teatrales. La terapia se ajustará a las necesidades de cada paciente, ya que será «un programa personalizado». La música tiene beneficios para todos los enfermos, dice el médico del HUCA, para cada uno en su medida, los más debilitados por la enfermedad la aprovecharán con una actitud más pasiva y los más fuertes y los ya recuperados, de modo más creativo y participativo.

Está previsto organizar, cuenta el responsable de oncología radiológica del Central, actuaciones de pacientes externos en el Hospital para los que aún siguen ingresados. El objetivo, explica, es que estos últimos «vean a personas que han superado la enfermedad, con una vida normal. No sólo eso sino que son personas que recuperan la pasión por la vida, que encuentran estímulos para vivir con más pasión».

Hay otro factor beneficioso en las sesiones de musicoterapia, añade Olay, y es «el apoyo que los enfermos de cáncer se dan unos a otros». «La enfermedad eclipsa todo lo demás», comenta, y la música y otras terapias complementarias contribuyen a evitarlo.

La unidad de terapias oncológicas complementarias que Olay está empeñado en incorporar al HUCA, y para la que dice contar con el respaldo de la dirección del complejo hospitalario y de la gerencia de su área sanitaria, sería «pionera en España». «En hospitales como el Ramón y Cajal, en el Severo Ochoa o en el Marina Salud, en Denia, han empezado a implantar terapias como la acupuntura, talleres de relajación, reiki...; pero como unidad en la que se investigue y se compruebe científicamente la eficacia de estas terapias no hay nada».

Todo ello, subraya el médico, sin prescindir de los tratamientos tradicionales -cirugía, radio y quimioterapia-, que «mejoran día a día». Con ellos, dice, «seis de cada diez enfermos de cáncer se curan. No significa que el resto vaya a fallecer, sino que muchos viven con su enfermedad, controlada y sin avanzar, y con una buena calidad de vida».