El Ayuntamiento de Oviedo comenzó a proteger, enmarcar y señalizar los fósiles mesozoicos que se encuentran en las baldosas de algunas calles del casco antiguo. Se trata de una forma de conservarlos y de darlos a conocer a vecinos y turistas, que tal vez hasta ahora no hallan reparado en ellos.

Y de esta medida se felicitaron ayer en el Grupo Municipal Socialista, ya que fueron los socialistas los que presentaron hace meses una propuesta encaminada a este fin. «La señalización ha despertado el interés de turistas y sobre todo de muchos vecinos para quienes habían pasado inadvertidos. Se trata de fósiles que en algunos casos datan de hace cuatrocientos millones de años y tienen gran valor. Estamos satisfechos de haber contribuido a evitar su desaparición», comentó ayer la concejala del PSOE Laura Díez Prieto.

Estas auténticas joyas hechas fósiles se encuentran en las baldosas de las aceras de la plaza Porlier, la Corrada del Obispo, las plazas de la Catedral y el Ayuntamiento, así como en los alrededores del Edificio Histórico de la Universidad, datados en los periodos Devónico (400 millones de años), Carbonífero (350 millones de años) y Cretácico (100 millones de años). Además, los fósiles también se encuentran en las fachadas de algunos edificios.

Los expertos creen que las baldosas de caliza en las que se encuentran estos fósiles proceden en su gran parte del norte del país. Muchas de estas baldosas fueron extraídas muy cerca de Oviedo, concretamente de la cantera de Bonielles, que está situada en el concejo de Llanera. Otras, como las de la época del Cretácico, que se encuentran en la plaza del Ayuntamiento, pueden proceder de canteras de Navarra, según los expertos. Los fósiles más antiguos se encuentran en la plaza Porlier.