El spa de Ciudad Naranco, en Prados de la Fuente, ha llegado a los tribunales. La tortuosa trayectoria de la construcción de este equipamiento deportivo, el primero cuya ejecución y gestión planteó el Ayuntamiento en colaboración con la iniciativa privada, está desde el pasado mes de marzo en el Juzgado de lo contencioso administrativo número 4 de Oviedo, denunciado por Gaia, una de las empresas integradas en la sociedad concesionaria, Naranco Wellness. La empresa considera que la decisión del Ayuntamiento de rescindir el contrato e incautarse de la fianza de medio millón de euros por reiterados incumplimientos de las condiciones de la concesión es «nula de pleno derecho», porque no fueron notificados durante el procedimiento administrativo, que comenzó en enero de este año.

Gaia Gestión Deportiva -que forma parte de la sociedad concesionaria, Naranco Wellness, junto a Contratas Iglesias, Jesús Martínez Álvarez Construcciones y El Caleyo Derivados- ha pedido también al Ayuntamiento que revise de oficio su propio acuerdo de rescisión del contrato, por entender que es nulo, debido al mismo defecto de notificación que alega ante el Juzgado.

La junta de gobierno municipal, en su última reunión, rechazó la pretensión de la empresa, ya que los técnicos municipales consideran que el procedimiento de rescisión del contrato se hizo de acuerdo a la ley y con todas las garantías para los afectados por el acuerdo, ya que se dio audiencia tanto a los representantes de la sociedad concesionaria como a las entidades bancarias avalistas. Los funcionarios rechazan que fuera obligación del Ayuntamiento notificar por separado a las cuatro empresas que integran la sociedad concesionaria. «La sociedad Naranco Wellness se constituyó mediante escritura (...) y las cuatro empresas constituyentes son designadas consejeros delegados», por lo que entiende que si Gaia no ha recibido la notificación sobre el proceso de rescisión es un problema interno de funcionamiento, no achacable al procedimiento municipal.

Además, los informes técnicos del Ayuntamiento destacan que es prácticamente imposible que la empresa desconociera los problemas ocasionados por el incumplimiento del contrato, que dieron lugar al menos al inicio de varios procedimientos de resolución de la concesión, el primero en 2011, que fueron posteriormente anulados para intentar reconducir la construcción del equipamiento, cuya ejecución primero sufrió retrasos y posteriormente quedó paralizada, a raíz del estallido de la crisis económica.

Con el de Ciudad Naranco paralizado y en los tribunales, el de Montecerrao es el único que se mantiene, con un cambio en el proyecto para ajustarlo a la nueva situación económica.