Cuesta imaginarse una situación más dichosa que ir caminando por la calle y que caigan billetes del cielo. Al norte de la ciudad, en el barrio de Pumarín, es posible. Hace unos días volaron, en concreto, 37 billetes de 500 euros desde una ventana de una calle poco transitada. La parte de la historia que ha trascendido es la triste, la de la familia que perdió el dinero. La otra parte, la que afecta a las personas a las que el cielo ovetense les regaló billetes de 500 euros un buen día, quizá esté esbozando una sonrisa tras recoger dinero llovido del cielo.

La culpa la tuvo la crisis. Un matrimonio de Pumarín, más bien joven que mayor, se alarmó mucho al tener conocimiento por los medios de comunicación del «corralito» de Chipre, el pasado mes de marzo, cuando se bloquearon los depósitos bancarios y se cerraron las sucursales, con objeto de evitar la retirada masiva de depósitos. La pareja discutió mucho sobre el asunto, sobre las repercusiones que podría tener en España.

Al final, decidieron acudir al banco para retirar todos sus ahorros y llevárselos a casa, a un lugar seguro. El total de sus ahorros ascendía a 35.000 euros, que los responsables del banco les entregaron en billetes de 500 euros, dentro de un sobre blanco.

Una vez en posesión del dinero, empezaron a pensar cuál sería el mejor lugar para esconder sus ahorros. Se les pasó por la cabeza el colchón, pero lo descartaron por ser un clásico. Detrás de un cuadro, en un bote en la cocina... Nada les parecía lo suficientemente seguro. Y comprar una caja de caudales obligaba a hacer obra.

Al final, la idea que imperó sobre las demás fue el cajón de la persiana de una de las ventanas. Ahí nadie iría a buscar nada, en caso de que los ladrones entrasen a robar en casa. Sin más dilación, el matrimonio colaboró para desmontar el cajón de la persiana y en su interior depositó con mucho cuidado el sobre con los 35.000 euros de sus ahorros.

Sin embargo, con lo que no contaba este matrimonio es que el dinero saldría volando. Eso fue exactamente lo que sucedió. Según ha trascendido, de tanto subir y bajar la persiana -que no daba a un patio interior, sino a la calle- el sobre se fue deslizando en el rollo hasta asomar por la parte exterior de la ventana. A los miembros de la pareja casi les da un síncope cuando, al regresar a casa tras pasar unos días fuera, vieron el sobre que guardaba sus ahorros colgando del cajón de la persiana. Subieron a casa a toda prisa, pero ya era tarde. Faltaban 37 billetes de 500 euros, o lo que es lo mismo 18.500 euros, un poco más de la mitad de lo que habían ahorrado durante su vida en común.

Aunque han denunciado los hechos ante la Policía, no hay muchas esperanzas de que puedan recuperar el dinero. Si bien es cierto que los billetes de 500 euros están muy controlados y numerados, según los expertos consultados por este periódico, tendría que efectuarse un pago con un buen número de ellos para que llamase la atención. Lo que no ha trascendido es qué ha hecho la familia con el resto del dinero, si lo han devuelto al banco o han buscado un escondite mejor.