Los médicos y los pacientes deben esperar a que el suelo recién fregado se seque para entrar en la consulta. La limpiadora vacía las papeleras de la sala de curas mientras, a su lado, un enfermero prepara la máquina de electrocardiogramas. El pediatra no puede entrar en su despacho cuando hay una urgencia porque la camilla choca con el marco de la puerta. La lista de problemas que enumeran los trabajadores del consultorio periférico de Colloto no acaba aquí. Es mucho más larga y se une a la de los usuarios. Todos reclaman la construcción de un nuevo centro de salud antes de cinco años, el plazo dado por el Gobierno del Principado para acometer la obra.

Cuatro médicos de atención primaria, un pediatra, cuatro enfermeros y dos administrativos están al frente del consultorio, con 6.586 usuarios procedentes de Colloto, Granda, Limanes y parte de Viella, Paredes y San Cipriano de Pando. «El personal es a todas luces insuficiente para la cantidad de personas que pasan por aquí diariamente por la mañana y por la tarde», señala el facultativo Saúl Suárez.

El horario del centro de salud de es atípico. Está abierto de 8.00 a 20.00 horas. «No daríamos abasto de otra forma, pero la organización es horrorosa. Hay un caos sanitario insostenible porque las consultas de unos y de otros se solapan y tenemos que hacer encaje de bolillos para tener una consulta libre». La médico Beatriz García no puede más. Trabaja en el consultorio desde marzo y clama por un local más amplio y más personal.

El lustro de retraso en la construcción de un nuevo consultorio ha caído como un jarro de agua fría en Colloto. Los pacientes están cansados de esperar «de pie y más de una hora de media» para recibir diagnóstico o sacar una receta.

Mar García, vecina de la localidad, calcula la antigüedad del centro de salud a través de su propio historial clínico. «Vengo aquí desde que tenía 7 años y ahora tengo 48. Todo está exactamente igual que entonces. Bueno, no, está mucho más viejo y descuidado».

García, al igual que el resto de usuarios, tiene que esperar su turno en mitad del pasillo. Unas sillas de plástico junto a la pared hacen las veces de sala de espera. En medio, un aparato de esterilización de material sanitario, similar a un microondas, obliga a agacharse al que tome asiento debajo. «No tenemos otro sitio para instalar el aparato», explica el médico Suárez.

En la entrada del consultorio las cosas no están mucho mejor. Los vecinos de la zona rural protestan por la falta de aparcamiento junto al edificio, con capacidad para una decena de vehículos.

El Principado ya intentó en 2006 poner en marcha un nuevo centro de salud en Colloto, pero los continuos retrasos en su tramitación dejaron la obra sin presupuesto suficiente para los próximos ejercicios, y retrasan la construcción hasta, al menos, 2018.