Los tres hombres acusados de participar en el "secuestro exprés" del hostelero Jesús Álvarez, Chus el de De Labra, aceptaron ayer penas de dos años de prisión, en una sentencia alcanzada de conformidad entre las partes personadas en el proceso judicial. El Ministerio Fiscal solicitaba inicialmente una pena de nueve años de cárcel, pero los acusados reconocieron los hechos en la primera jornada del juicio, que concluyó ayer en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Oviedo.

Ahora queda por dirimir la participación en el secuestro de la supuesta cómplice del grupo, una joven que en octubre de 2011 trabajaba en De Labra como camarera de sala. Ella mantiene su inocencia y el fiscal, que inicialmente pedía seis años de cárcel, redujo la petición a un año tras conformarse los otros acusados. "En el juicio no se ha aportado ningún tipo de prueba, sólo sospechas; ella desconocía para qué era la información", manifestó la defensa de la joven, Patricia Sanz, al elevar a definitivas sus conclusiones.

Por su parte, el fiscal se refirió a la dificultad probatoria del proceso, máxime cuando el principal testigo, el hostelero Jesús Álvarez, falleció el año pasado por causas naturales. En cuanto a la participación de la camarera, el fiscal insistió en que "no es casualidad" que el cabecilla decidiese secuestrar, precisamente, al jefe de su amiga. El abogado de la acusación particular, Carlos Mario Álvarez, se mostró conforme con la calificación "bondadosa" de la Fiscalía y sobre la supuesta cómplice del secuestro de Chus el de De Labra manifestó que "los indicios son suficientes para acreditar su participación".

Los hechos se remontan a octubre de 2011. Los delincuentes esperaron al hostelero en su garaje de madrugada. Desde ahí le obligaron a conducir hasta el restaurante y abrir la caja de seguridad, que contenía 5.500 euros.