Chus NEIRA
Juan Pérez Zaldívar no paraba con el móvil -ora conversación rápida tapándose con la mano, ora tecleando mensajes-. A su lado, Belén Arganza leía sus comparecencias sin saltarse una coma de los folios. Pero también las réplicas, para pasmo de otros concejales de la oposición, venían escritas. En el último Pleno del Ayuntamiento de Oviedo, el primero después de la última crisis interna de Foro Oviedo que acabó con la expulsión de dos de sus concejales, José Donate y Manuel Fernández, ahora concejales no adscritos, se pudo comprobar en tiempo real cómo el partido ha puesto orden en el grupo municipal. "¡Pero si hasta tuvo que salir a hablar por el pasillo para recibir órdenes durante el Pleno!", se maravillaba un compañero de otro partido después de ver cómo Arganza se ausentaba de improviso en mitad del Pleno para hablar por teléfono tras recibir un aviso de su jefe de prensa.
Veintinueve meses después de su aterrizaje en el Ayuntamiento de Oviedo, el grupo Foro ha perdido a su candidato y portavoz original, Arturo González de Mesa, en septiembre de 2012, el mes pasado se le iban dos de sus siete concejales en la segunda crisis interna y pasaba a segunda fuerza política; entre medias, sea para negociar los presupuestos el año pasado, para hablar con los barraquistas en el San Mateo de 2012, pactar el plan de movilidad o pedir una comisión de investigación sobre Calatrava, el grupo se ha mostrado como un socio poco de fiar. Tanto el equipo de gobierno como la oposición atesoran en estos dos años y cuatro meses un rosario de cambios de criterio por parte de los concejales foristas que los han convertido en complicados compañeros de viaje. Estos bandazos, admiten todos sus compañeros, son el resultado de la tensión habitual que desde el principio ha acompañado la relación entre los concejales y el partido.
La última crisis de Foro ha agravado esa situación y el grupo, ahora reducido a cinco concejales, está en la práctica "intervenido" por el partido. No siempre ha sido así, y de hecho la salida de los concejales Donate y Fernández ejemplifica las difíciles relaciones del grupo y la estructura política local. La tormenta estalló a cuenta del museo de las reliquias (proyecto ahora denominado centro del Peregrino). La presidenta de la promotora local, Patricia Díez Isla, acompañada del secretario del partido en Oviedo, Luis Busto, se reunió con el arzobispo de Oviedo y emitió un comunicado rechazando el proyecto. Todos los concejales menos uno, Juan Pérez Zaldívar, firmaron al día siguiente un documento en el que aseguraban que "no se sentían representados" por Díez Isla y que estaban "contra la injerencia en los asuntos propios del grupo". Al mes siguiente el partido "depuró" a los dos concejales críticos, Donate y Fernández, y veinte días más tarde, el 21 de octubre, el presidente de Foro, Francisco Álvarez-Cascos, se sentaba por primera vez públicamente con el grupo municipal para celebrar el desarme. En el almuerzo, celebrado en un céntrico restaurante ovetense, estaban presentes los cinco concejales que le restan ahora a Foro y tres personas más: la presidenta local, Patricia Díez Isla; el secretario, Luis Busto, y el responsable del área de infraestructuras en el partido, Juan Vega, trabajador municipal que fue viceconsejero en el Gobierno regional de Foro. Aunque pudiera parecer que el problema de Foro en Oviedo es de bicefalia o tricefalia, en realidad, cuentan los compañeros de los otros grupos, "el que manda es Juan Vega". Su nombre sale a relucir cada vez con más insistencia en los plenos y en privado cualquier negociación con los concejales de Foro, cuenta un edil popular, pasa por un "eso ya sabes con quién lo tengo que hablar", "hasta que no le pregunte a quien ya sabes"...
Con De Mesa retirado "de la primera línea de playa de la política activa", como él mismo dijo en un lapsus, y los dos concejales críticos convertidos en concejales no adscritos, a la espera de las acciones judiciales anunciadas por sus ex compañeros, parece que Juan Vega ha reforzado su posición de poder sobre el grupo de los concejales. Queda la incógnita de si, como dicen algunos, el partido está tratando de que la presidenta de la promotora, Patricia Díez Isla, próxima en la lista electoral de las pasadas elecciones, pueda acceder al Ayuntamiento, con la dimisión de alguno de los ediles.
Antes de que la crisis volviera a tensar las situaciones, y tras la salida de Arturo González de Mesa, PP y Foro vivieron tiempos mejores. El entendimiento entre las dos formaciones conservadoras llegó al punto, en abril de 2013, de ver a la concejala popular Belén Fernández dando una rueda de prensa con Cristina García-Pumarino y Godofredo Andrés, haciendo frente común contra el plan regional de Servicios Sociales.
En los últimos meses los populares han explorado las "debilidades" políticas de los concejales de Foro con desiguales resultados. Fuentes próximas a estas negociaciones indican que nunca se contó ni con el portavoz Andrés Llavona, ni con Godofredo Andrés ni con Zaldívar. El entendimiento se buscó con los dos concejales ahora expulsados de Foro y con las dos mujeres: Cristina García-Pumarino y Belén Arganza. En este último caso, no obstante, fuentes próximas al equipo de gobierno indican que la edil forista buscó una vía alternativa para negociar con la que logró varios favores, pero en la que ella no entregó nada a cambio. Ahora, roto el clima de entendimiento, Arganza estaría protagonizando, junto a Zaldívar, cierto liderazgo dentro del grupo en detrimento del portavoz Llavona, hasta el punto de doblarle en comunicados y declaraciones oficiales.
Cuando Arturo González de Mesa fue arrinconado por cinco concejales -de nuevo Zaldívar se mantuvo al margen tras haber encabezado las acusaciones contra el que entonces era su presidente- hizo un vaticinio ante los medios de comunicación. Dijo, porque él mismo había protagonizado esas negociaciones, que habría pacto entre PP y Foro. Que las dos formaciones se veían con buenos ojos. "Y en los próximos días verán ustedes cómo ese encanto se traduce también en matrimonio". Nada hubo. Foro siguió dando bandazos, y un año después sólo José Donate y Manuel Fernández han acabado por dar un paso camino del altar. Las otras novias han salido a la fuga y el resto, por ahora, no concursa.
