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Crítica/Música

El sonido del silencio

El sonido del silencio

Una vez más, como viene siendo habitual desde hace nueve años, la Escolanía San Salvador sorprende e innova en la organización del "Ciclo de Música Sacra Maestro de la Roza". Junto al legítimo disfrute estético inherente a cualquier expresión artística, que en el ámbito musical no sólo se reduce a la obra interpretada sino también al conjunto de gestos, acciones y experiencias asociadas en la interpretación (la denominada "performance" en el mundo anglosajón), los conciertos del ciclo parecen buscar la reconciliación entre el fenómeno musical y el mundo espiritual.

La presencia de la citarista Maguy Gérentet, que ofreció concierto el pasado viernes, responde sin duda a este criterio. La distribución de las obras en diferentes momentos del Ciclo Litúrgico (Adviento, Navidad, Cuaresma, Semana Santa, Pascua, Pentecostés, Asunción y Todos los Santos) es buena muestra de una intención que desde el primer momento fue destacada por la intérprete: "El mensaje es más importante". Mensaje que sin duda ha sabido hacer llegar al público asistente con una voz delicada y de apariencia frágil, pero segura en el registro y capaz de dominar sin fisuras el agudo asociado a la retórica musical (el uso del agudo en la Música Sacra es identificado, desde los primeros siglos de la Liturgia Cristiana, con la glorificación de la divinidad). Sirva de ejemplo el ascenso melódico sobre "sont venues par Jésus Christ" del "Prologue de Saint Jean" de Jean-Marie Martín.

La vocación trascendental en la obra de Maguy Gérentet es inseparable del uso que hace de la cítara como acompañamiento al canto religioso o como fuente sonora que inspire la meditación. En su obra se recoge y se detecta la tradición de la salmodia en el "Psaume 107", del uso retórico de la melodía que perfila y enfatiza el texto desde la sencillez en el "Psaume 136", del canto melismático en el "Psaume 150", expresión de lo que San Agustín identificó con el "júbilo" y no como adorno exuberante que distraiga al oyente. Toda una invitación a buscar respuestas en el silencio de nuestro interior.

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