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Los menús de los colegios públicos de Oviedo, "fríos y escasos", según los padres

Los padres denuncian "irregularidades" en los platos que elabora la empresa para los colegios públicos del municipio porque sus hijos "se quedan con hambre"

Carmen Mosquera, de pie, explica a un grupo de madres en qué consiste el nuevo menú escolar de los colegios públicos del municipio. María G. A.

Los padres denuncian irregularidades en los menús escolares de los colegios públicos del municipio y cuestionan la calidad de las comidas que elabora la empresa de catering Cook, contratada por el Ayuntamiento. La presencia de espinas en el pescado, la ausencia de carne de ternera en la oferta alimentaria y unos platos fríos o excesivamente recalentados que llegan a la escuela el día antes de servirlos en la mesa llevan a que, según las familias, "los niños se queden con hambre". Así lo aseguraron algunos padres que acudieron ayer a una reunión convocada a instancias del Consistorio y el Principado en el auditorio Príncipe Felipe para informar sobre la alimentación en los comedores. Los asistentes criticaron la ausencia de los representantes de la empresa de catering, que no aparecieron por allí. Sí lo hizo la jefa del área municipal de Educación, Ana Antuña; Carmen Mosquera, de la Consejería de Salud, y Mariluz García, de la Consejería de Sanidad.

La sala se llenó de padres y directores del Baudilio Arce, Buenavista I y II, Dolores Medio, Fozaneldi, Poeta Ángel González y Carmen Ruiz-Tilve. Todos habían recibido una misiva en la que se les emplazaba a analizar y discutir el menú escolar actual. Y nada más empezar la reunión, comenzó la controversia. Una madre cortó por lo sano el discurso de Mosquera sobre el aporte nutricional de las proteínas, las verduras y la fruta. "Perdone, pero no vengo aquí a recibir una lección de cómo hay que comer, vengo porque estoy preocupada por las irregularidades que observo". Susana Pérez no estaba dispuesta a que su hijo volviera a pedirle un plato de comida nada más salir del comedor del Baudilio Arce. "No entiendo qué está pasando y quiero que me lo expliquen", añadió con el plan de menú semanal en la mano, que previamente le habían entregado en la entrada.

La representante municipal reconoció que "hubo numerosas quejas sobre la composición de los menús; desde que eran escasos hasta que parecían adaptados para la tercera edad". Y, a renglón seguido, añadió que el Ayuntamiento -responsable directo de la gestión de los platos- trasladará el descontento a la empresa Cook lo antes posible.

El Principado es el encargado de dar luz verde a los menús de los colegios públicos de Oviedo. Es decir, el municipio debe remitir el plan de comida a la asesoría nutricional del Gobierno regional. El plan pasa por cumplir la estrategia NAOS (estrategia para la nutrición, actividad física y prevención de la obesidad), que impulsó la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición en 2009. La Administración asturiana realizó un estudio de la calidad de los menús escolares antes de implantar los nuevos platos, y comprobó que había carencias y excesos. "Estábamos por debajo de la cantidad recomendada de legumbres, verduras y hortalizas, y por encima de la de arroz, pasta y patatas, entre otras muchas. Ahora ya lo hemos corregido", explicó la representante de la Consejería de Salud.

Sin embargo, un buen número de colegios de la ciudad denuncian que la calidad de la comida recibida ha empeorado desde el curso anterior. "Dan pescado lleno de espinas a los más pequeños, han eliminado la ternera y llevan el menú a los centros un día antes de servirla a los niños en el comedor". Para Susana Pérez y Laura Blanco, dos madres del Baudilio Arce, ésos son sólo algunos de los problemas detectados en los últimos meses.

El nombre de los platos tampoco ayuda a que las familias se aclaren sobre qué están comiendo sus hijos. "No tengo ni idea de qué es una salsa aurora o una pasta al estilo pomodoro, y tampoco me ha sido fácil encontrar los pliegos técnicos para enterarme", criticó una de las madres presentes en la reunión, que insistió en que "está bien que la carta sea equilibrada pero los alimentos también deben estar bien cocinados y ser atractivos, porque, si no, los críos no comen nada". No tardaron en alzarse más voces para preguntar qué había sido de la ternera, la paella e incluso el caldo de las lentejas, "que ahora llevan verdura pero son un engrudo".

La oferta especial para celiacos (alérgicos al gluten) tampoco salió bien parada. Una madre manifestó su indignación por la falta de sensibilidad hacia su hijo, afectado por este problema. "Los platos que le dan son todavía menos apetecibles que los del resto, por no tener, no tienen ningún tipo de salsa".

Tampoco faltaron los defensores del menú. Las directoras de los colegios Fozaneldi y Buenavista II están satisfechas con el giro que ha experimentado el menú escolar en el último año. "Es cierto que un grupo de padres dice que sus hijos se quedan con hambre, pero superviso cada día el comedor y no veo mayor problema. A veces sobra comida porque no la quieren, por ejemplo, las judías guisadas o la ensalada, que siempre van a la basura", dice la directora de Fozaneldi, María del Pilar López de la Grana.

La reunión de ayer fue la primera de varias. Hay una segunda convocatoria dentro de dos semanas entre Ayuntamiento, Principado y otros centros escolares.

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