La apertura del nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en el que el Principado ha invertido cerca de doscientos millones de euros, está pendiente de una calle ya trazada, en la que falta poco más que el asfaltado, y de una conexión a la AS-II prevista desde hace siete años. El alcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, advirtió hace unos días al consejero de Sanidad, Faustino Blanco, de que no autorizaría la puesta en funcionamiento del nuevo complejo hospitalario de La Cadellada hasta que los accesos, que corren a cargo de la Administración regional, no estén completaos. Hay, sin embargo, una solución de urgencia para no demorar más la inauguración del HUCA, que es una apertura por fases, empezando en enero por el servicio de Radioterapia.
En ello están trabajando conjuntamente los técnicos de las administraciones local y autonómica. El cierre del denominado "anillo hospitalario", con un nuevo vial casi paralelo a La Corredoria Alta, podría esperar algunos meses y en enero para echar a andar el HUCA como pretende la Consejería, bastaría con que el Ayuntamiento autorizara la conexión de un vial interior del complejo sanitario a las rotondas de la avenida de Roma y la calle Juan López Arranz. La solución es sencilla, según los técnicos municipales, y la decisión es simplemente política. Basta, aseguran, con que el Principado solicite esa conexión y una licencia de apertura parcial del hospital, el Ayuntamiento no pondría impedimentos e iniciaría los trámites de inmediato.
El cierre del "anillo hospitalario", es decir la construcción del vial que une la calle Juan López Arranz, un poco más allá de las torres de Monte Nuño, con la calle Maestro Don Marciano, podría completarse en unos meses y antes de la primavera, allá por el mes de abril, según estimaciones municipales, el Principado podría solicitar la licencia de apertura de todo el HUCA. El trazado de ese vial ya existe, coincide con el del colector del agua, y su construcción cuesta 800.000 euros.
La red de accesos al HUCA requiere, por último, una conexión a la AS-II desde La Corredoria, más compleja, a la que el Ayuntamiento no renuncia y que debe ser ejecutada antes de abril de 2016. Ese pinchazo completaría el sistema viario en torno al nuevo hospital, que según las estimaciones técnicas, generará un flujo diario medio de 21.000 automóviles, entre ellos un alto porcentaje de autobuses.
