Del recelo y la polémica al apoyo y la complicidad. En quince meses, ese parece ser el tránsito de la mayoría de los feligreses de la ovetense parroquia de San Juan el Real tras el trabajo de su nuevo párroco, Francisco Javier Suárez, al que perciben como "un digno sucesor" de Fernando Rubio, ya fallecido. San Juan celebra en 2014 su centenario y Rubio dirigió los destinos parroquiales nada menos que durante medio siglo.
El nombramiento del sacerdote fue toda una sorpresa para una parte de la feligresía, que confiaba en que Álvaro Iglesias, entonces coadjutor y brazo derecho de Fernando Rubio, fuera el continuador natural de su labor. Con el paso de los meses Francisco Javier Suárez ha sido admitido y valorado como un buen cambio para uno de los templos más emblemáticos de la capital: "Revitaliza a la comunidad y la involucra en las decisiones del templo", dicen los fieles. José Marías Varas Baizán, presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías de la Semana Santa, y hermano mayor de la junta de gobierno de la Hermandad de Jesús Cautivo, que tiene su sede canónica en la iglesia de San Juan, hace un balance muy positivo. "Fue un año con mucho dinamismo. Si hay que destacar algo de don Javier es su gran capacidad de trabajo, y se está notando en la vida parroquial". Varas explicó que se constituyó el Consejo Pastoral y están en funcionamiento otras iniciativas como una escuela de formación bíblica o la continuación de las conferencias cuaresmales. También que en los grupos "se nota mucho el impulso que les imprimió". Y en el orden material puso en valor los arreglos que se hicieron en la techumbre del templo y otras mejoras del edificio parroquial de la calle Fray Ceferino.
Efren Díaz Lastra presidente de la Adoración Nocturna y feligrés de San Juan, se pronunció en términos muy similares. "Nos llegó un sacerdote innovador que ha creado una hoja parroquial que es muy digna. Por fin las personas mayores pueden oír la misa perfectamente, se preocupó de cambiar el sistema de megafonía. Para la parroquia ha sido un año fructífero".
José Luis Portos, presidente de Cáritas parroquial, realizó el mismo balance positivo. "El nuevo párroco recuperó las estructuras que deben tener una parroquia, empezando por el Consejo Pastoral, que se constituyó la semana pasada". A su juicio esto quiere decir mucho "porque el párroco busca en él a personas que le asesoren e interpreta que el Consejo forma parte activa de las decisiones parroquiales". Además, destacó el "gran momento" que está viviendo la catequesis, "y la liturgia y el culto a la vista están. Ahora San Juan goza de una comunión envidiable con el Arzobispo de Oviedo y con toda la comunidad católica".
José María García, que es el secretario del Consejo Parroquial, reconoce que inicialmente "hubo un choque generacional y en los estilos entre los antiguos párrocos y el nuevo, pero don Francisco supo tomar el pulso a San Juan, cogió lo positivo del anterior sacerdote y está intentando promover otros aspectos pastorales, como el Consejo Económico y Social. Ha sido un año para conocernos en el que el nuevo párroco potenció lo que se estaba haciendo bien, al tiempo que fue abriendo nuevos campos en la labor pastoral. Lo que está intentando es hacer un Evangelio más vivo". Javier Ibisate, coordinador de Catequesis, destacó de Francisco Javier Suárez "su cercanía y hospitalidad, su espíritu por aunar esfuerzos, por sumar y por contar con las aportaciones de todos sus colaboradores. Trajo un aire nuevo y llegó con ánimo de hacer cosas, lo que es muy importante porque el párroco potencia lo que hacemos los demás". Otra feligresa, Blanca Liliana Victoria, destaca para LA NUEVA ESPAÑA "que las misas son muy amenas" y la capacidad del recién llegado titular de San Juan para "conectar con los feligreses de todas las edades".
