Presidente de la Fundación Aladina, que ayuda a niños con cáncer, presentó el libro «Viajes en papel»

El libro «Viajes en papel» se presentó ayer. Fue escrito por un grupo de autores de diferentes lugares de España, Francia y Colombia, con objeto de recaudar fondos para ayudar a los niños que tienen cáncer. Se trata de una iniciativa de la Hermandad de los Estudiantes a través de su división Hermandad por la Vida, que se creó para ayudar a una de sus hermanas cofrades que padecía cáncer, Almudena Torres, ya fallecida. Para presentar este libro estuvo ayer en Oviedo el empresario y cineasta astur-mexicano Francisco Arango, que preside la Fundación Aladina, que persigue el mismo fin.

-Para un filántropo como usted, ¿qué significado tiene presentar este libro?

-La Hermandad de los Estudiantes había recaudado dinero para que Almudena Torres se pudiera operar en Estados Unidos, pero, desafortunadamente, falleció. Después la hermandad y sus padres decidieron donarnos ese dinero para ayudar a otros niños enfermos de cáncer. Además, el dinero que se recaude con la venta de este libro será destinado a esta causa, con lo cual es un orgullo participar en su presentación.

-¿Qué relación tuvo con la niña Almudena?

-En mi fundación cuidamos a más de 1.500 niños con cáncer a pie de cama, y cuando conocí a Almudena le cogí un cariño especial. Por eso quise estar con ella y con sus padres en sus últimos días. Ahora con su vida ayudará a otros niños que sufren su misma enfermedad, lo que es maravilloso.

-¿En qué se diferencia su fundación de otras que luchan por la misma causa?

-Aunque somos todos parecidos, quizás la Fundación Aladina hace algo distinto, ya que nos ocupamos mucho de los adolescentes enfermos de cáncer, que al no ser ya niños necesitan un trato especial. Nos esforzamos en que los hospitales españoles acojan a los adolescentes en hospitales pediátricos, porque al recibir ese tratamiento destinado a los más pequeños su supervivencia aumenta en un treinta por ciento. Además logramos hacer en Madrid el centro de trasplante más importante de Europa, Maktub.

-¿Qué aporta un libro como «Viajes en papel»?

-La hermandad ha editado este libro maravilloso que nos une en una causa común y especial, con la peculiaridad de que se promocionará en distintas partes de España para que prenda como el fuego. Surgieron muchas casualidades por las que estoy en Oviedo, aunque, desgraciadamente, Almudena Torres no está.

-¿Qué hacen en su fundación?

-La Fundación Aladina ayuda a niños con cáncer que por el hecho de su enfermedad derrumban cualquier barrera; aunque también es cierto que la gente evita oír cualquier cosa relacionada con el cáncer infantil, tal vez porque los sobrepasa. Es comprensible, pero por eso también hacen falta personas que se vuelquen de lleno en esta misión, como está ocurriendo en Oviedo.

-¿Cuál será el paso siguiente que dará la Fundación Aladina?

-En enero inauguraremos en el hospital madrileño Doce de Octubre un banco de leche materna para atender a los niños neonatos.

-Crisis y generosidad. ¿Qué relación mantienen?

-Cuando hay una crisis tremenda como ésta lo único que puede subir es la generosidad, porque no implica meter dinero en una causa, sino el corazón. Creo que todos somos capaces de arrimar el hombro de muchas formas para hacer de España un sitio mejor. Hace trece años me di cuenta que tenía que devolver a la vida lo mucho que me dio.