El agente de la Policía Nacional que recogió un sobre del suelo de una entidad bancaria de la ciudad que acababa de sufrir un atraco apenas dio crédito del contenido. Tenía en sus manos la foto, la dirección, el teléfono y la experiencia laboral de uno de los asaltantes. Al menos, eso indicaba el lugar en el que apareció el documento, tirado junto a otros elementos que los atracadores perdieron en su huida.

La Policía Nacional los detuvo el viernes en la calle Vázquez de Mella, en Vallobín, después de someterlos a una intensa vigilancia. Les imputa la autoría de cinco atracos a sucursales bancarias de Oviedo, los dos últimos en las calles Fuertes Acevedo, en Buenavista, y Martínez Cachero, en la Argañosa.

La forma de actuar de los presuntos delincuentes es tan peculiar como su detención. En especial la del atracador activo, es decir, el que entraba en los bancos. De hecho, es conocido como el "atracador del pósit", porque siempre dejaba una nota sobre el mostrador para informar de que se trataba de un asalto y exigir todo el dinero. A veces lo hizo a cara descubierta y otras medio tapado, pero siempre consiguió su propósito. Metía el botín en una bolsa y se fugaba a bordo de un coche estacionado en la entrada o en un lugar próximo y conducido por su cómplice. El golpe de efecto era tal, que algunos empleados y clientes llegaron a pensar que acababan de ser las víctimas de una broma de cámara oculta. Pero no.

La Policía Nacional comprobó que la fotografía del currículum correspondía con la del atracador gracias a unas grabaciones de seguridad en las que se le veía entregando una de sus famosas notas en la ventanilla. Además, la Policía científica cotejó una de las huellas dactilares halladas en el escenario de uno de los atracos con su base de datos y señaló directamente al despistado ladrón en busca de trabajo. Luego, hubo que encontrarle antes de que volviera a cometer un delito. Los agentes hicieron largas guardias ante su domicilio hasta que el viernes localizaron el vehículo en el que siempre huía con su compinche. Esperaron a que arrancase y lo siguieron. El ladrón del currículum vitae no iba dentro, pero la Policía Nacional supo que estaba tras la pista correcta porque los dos hombres que iban a bordo tomaban demasiadas precauciones. Daba la sensación de que evitaban que alguien les siguiera.

Por fin, recogieron al "atracador del pósit" en Vázquez de Mella. No había duda. Aquel hombre era el mismo que imprimía su experiencia profesional para encontrar un trabajo legal y, a la vez, robaba bancos en la ciudad. La Policía Nacional le detuvo junto a su cómplice habitual y dejó en libertad al tercer ocupante del vehículo. Tienen 32 y 34 años y reconocieron su participación en los cinco atracos.