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El presupuesto de Oviedo

Las críticas socialistas al pacto entre conservadores y comunistas

El presupuesto de Oviedo

El pasado viernes 27 estuve en el Pleno del Ayuntamiento de Oviedo. Allí se aprobaron los presupuestos para 2014 y allí estaban el alcalde, el señor Caunedo, y el concejal Sánchez Ramos. Se les veía extasiados por el acuerdo, se palpaba que colmaba sus intereses, pero ¿y los de los ovetenses?

Para poder opinar con un mínimo de rigor sobre la bondad del presupuesto y del acuerdo es requisito analizar brevemente el presupuesto, porque seguro que detrás de los fríos y pesados números encontraremos muchas razones que explican las diferentes posiciones. Intentaré contarlo.

Lo que dice el presupuesto es que por cada 100 euros del presupuesto, 85 euros (175,6 millones) se van en gastos para hacer frente al funcionamiento de los servicios municipales y 15 euros (31,4 millones) hacia la inversión, la mitad a pagar inversiones ya realizadas, es decir deuda, y la otra mitad a pagar nuevas inversiones.

Si nos fijamos en cómo se reparten los 85 euros que se gastan, 26 euros (53,7 millones) son para pagar al personal municipal, 43 euros (89 millones) para hacer frente a los servicios que ¿presta? el Ayuntamiento, 2 euros (4,3 millones) para pagar intereses de la deuda y 14 euros (27,6 millones) para subvencionar a empresas y particulares.

Si entramos en más detalles, observamos que los 43 euros de cada 100 que se dedican a pagar servicios municipales, 40 euros (80 millones) se van a empresas contratadas. Si sumamos estos 40 euros que se van a contrataciones a los 14 euros que se van a subvenciones, tenemos 54 euros (110 millones) que no gestiona directamente el Ayuntamiento.

El diagnóstico es que el 70 por ciento de los gastos de funcionamiento son entregados a empresas o particulares, que suplen la actividad municipal mediante contratos o subvenciones. Aunque el porcentaje es mayor, pues existen empresas que prestan los servicios contratados en instalaciones municipales. En definitiva, sólo los servicios administrativos, los de Policía Municipal y Bomberos son prestados por el propio Ayuntamiento.

Como conclusión, los números nos dicen que el Ayuntamiento de Oviedo es sobre todo una gran oficina de contrataciones y de subvenciones. Pero ¿se ha organizado el Ayuntamiento para gestionar este modelo? No. No existe organización, ni recursos municipales suficientes, ni especializados en hacer un seguimiento y control de calidad y de nivel de servicio de cada una de esas contrataciones; ni tampoco para fiscalizar el cumplimiento de los compromisos de las subvenciones. Se mira para otro lado cuando se trata de fiscalizar y controlar el uso de los fondos públicos. Ese es el modelo de gestión, basado en el descontrol y en el despilfarro, creado por el anterior alcalde y santificado por el señor Caunedo, y los ovetenses tienen que enterarse.

Algunas de las 20 propuestas de los socialistas, expuestas con rigor por la concejala Margarita Vega, pretendían combatir ese descontrol y ese despilfarro, se trataba de gastar menos y mejor, ahorrar donde hay despilfarro para dedicarlo a otras necesidades y controlar para garantizar la eficacia del gasto. Proponíamos crear una oficina central de auditoría, inspección, control y evaluación de los contratos municipales, para que realizase un seguimiento de las contrataciones durante toda su vida. Otras pretendían optimizar los recursos, como el aprovechar la infraestructura de los centros sociales para prestar de forma descentralizada servicios municipales básicos. O la Agencia de Desarrollo Local, para de forma directa y sin intermediarios colaborar en el desarrollo económico, comercial y en el empleo de Oviedo. Otras buscaban el compromiso de los vecinos con las obras de su barrio, y se proponía que las obras a realizar contasen con la participación de los vecinos, tanto a la hora de definir prioridades como también para colaborar en el control de calidad de lo realizado.

Que por fin la Fundación Municipal de Cultura se pusiera a funcionar, para centralizar en ella todas las actividades culturales. Exigíamos aplicar la ley de grandes ciudades, que consignase un 1 por ciento del presupuesto, para distribuir por los Consejos de Distrito y su aplicación en los barrios. Además y sobre todo, proponíamos gastar más para hacer frente a las dificultades de las familias más agredidas por la crisis, como el Plan de Empleo Social, becas de comedor y libros, bonos de transporte público, y así hasta veinte propuestas muy razonadas, medidas, justificadas y sobre todo posibles de realizar. Sólo era necesario tener voluntad política. Pero no la hubo y ni una sola de las veinte propuestas fue aceptada.

Sobre lo que ha pasado se ha escrito mucho, el acuerdo ha sido sobre todo de efectos mediáticos. A pesar de ello, hay datos muy importantes del proceso de aprobación del presupuesto que no son bien conocidos. Esta es la secuencia y la cuantificación de los hechos. El día 19 de diciembre los diferentes grupos municipales presentan sus propuestas presupuestarias, IU por importe de 6.520.790 euros, Foro por 584.991 euros y el PSOE por 6.469.000 euros.

El día 21 el PP acepta las propuestas de Foro, pero este las niega y no acepta las del PSOE e IU.

El día 26 a las 11.48 horas se edita el acuerdo político entre el PP e IU, según parece negociado alrededor del turrón, que se cuantifica inicialmente en 5.593.000 euros y posteriormente se anuncia a los medios. El mismo día 26 a las 13.18 horas se edita la tercera y última propuesta presupuestaria, IU la registra en el Ayuntamiento de Oviedo a las 13.24 horas para aprobar en el pleno del día siguiente. Esta propuesta, que es la definitiva, está cuantificada en 1.190.000 euros.

En conclusión, a pesar de que por lo que nos cuentan ambas partes el acuerdo tal parece que ha supuesto un vuelco presupuestario, la realidad es otra. Las enmiendas que el PP le ha aceptado a IU representan un 0,57 por ciento del presupuesto ordinario del Ayuntamiento de Oviedo. Así es como IU pretende colaborar con el PP para ayudar a la gente que lo está pasando mal. Así de generosos han sido IU y PP en el acuerdo navideño. Así de crudas son las cifras. Las dos partes del acuerdo podrán contarnos que han visto a los Reyes Magos, pero estos son los datos de un presupuesto que se gestiona en su mayoría (70 por ciento) fuera del Ayuntamiento y sin los controles necesarios, y de un acuerdo que no tiene entidad económica (0,57 por ciento del presupuesto).

En política cada uno es libre de sus actos, pero también debe responder por ellos. Lo del señor Caunedo es normal, y además le respalda su modelo, pero lo preocupante es la evidencia de que IU en Oviedo pacta por nada con el PP y en Asturias con el PSOE por nada del mundo.

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