El municipio ha revisado las medidas de seguridad de la cabalgata de los Reyes Magos a raíz del fallecimiento de un niño que fue atropellado por una carroza en Málaga cuando iba a coger caramelos el pasado año. La SOF, en combinación con la concejalía de Seguridad Ciudadana, ha decidido vallar todo el recorrido para evitar que el público tenga acceso directo a los vehículos del espectáculo. Por primera vez en la historia de la cabalgata ovetense, los ayudantes de Sus Majestades de Oriente no lanzarán caramelos desde lo alto de sus tronos. En su lugar, los pajes reales repartirán los dulces a pie de calle. Por último, el Ayuntamiento ha prohido el uso y la venta de sprays.
El director artístico del desfile, Luis Antonio Suárez, apoya los cambios y cree que eran necesarios desde hacía varios años. "El lanzamiento de caramelos siempre ha sido peligroso por los golpes y porque los niños se tiran a por ellos en un segundo. Ahora los pajes los darán prácticamente en la mano y el público no podrá traspasar el vallado". La prohibición de los botes de espuma no sólo forma parte del refuerzo de las medidas de seguridad de la cabalgata, sino también del plan de conservación de los trajes del séquito de los Reyes Magos. Los productos químicos de los sprays dañan las telas, por lo que la SOF tiene que reponer varias prendas cada año. "Sólo en 2013 veinte piezas del vestuario quedaron completamente destrozadas por la espuma", señala Suárez, que se ha inspirado en la antigua Babilonia para diseñar gran parte de los 37 pasos de la cabalgata.
En 2013, la espuma cegó por un instante a uno de los caballos de la cabalgata, que perdió el control, se salió del desfile y acabó en mitad de una calle del centro de la ciudad. Para la presidenta de la SOF, Belén Fernández, "sucesos como éstos no pueden volver a ocurrir porque podrían acabar en desgracia".
El presupuesto de la cabalgata asciende a 115.720 euros, 5.000 menos que en 2013. Participarán cerca de 1.200 personas y, como novedad, además de los caballos, habrá una manada de cincuenta ocas y doce asnos cargados de alforjas y lecheras.
Los ayudantes de Melchor, Gaspar y Baltasar desfilarán separados por varios séquitos en lugar de recorrer las calles uno detrás de otro. "Así el público disfrutará más tiempo de la presencia de cada uno de ellos, porque antes pasaban seguidos y había gente a la que no le daba tiempo a verlos", explica el director artístico de la cabalgata. Un espectáculo seguro y para todos los públicos.
