El belén del Colegio Los Robles, que recibió el primer premio en su categoría, fue especialmente alabado por los directivos de la Asociación Belenista de Oviedo "por su singularidad, calidad y trayectoria", como destacó ayer Faustino Álvarez. Por todo ello durante varios años se hizo merecedor del primer y segundo premio.

Y es que el nacimiento del Colegio Los Robles tiene tras de sí una interesante historia, como recordó al finalizar el acto de ayer a este periódico su artífice, el entusiasta profesor Urbano García, que desde hace más de veinte años trabaja codo con codo con sus alumnos para hacer realidad su particular sueño navideño.

"Tal vez lo más interesante y a lo que doy un valor especial del nacimiento, es que todas las figuras de escayola, menos las del Misterio, fueron compradas y pintadas por los alumnos del colegio" explicó el profesor al tiempo que detallaba que en la base de muchas de las figuras aún figura el nombre del alumno, el curso y el año en que la pintó. Las más antiguas se remontan a los primeros años de la década de los años noventa del pasado siglo, que fue cuando Urbano García encendió esta llama navideña que confía en que se prolongue en el tiempo.

Un nacimiento que se libró, de casualidad, del incendio que destruyó hace varios años parte del colegio al haber sido guardado en un lugar que no era el habitual. Gracias a eso todos los años se puede ver en el vestíbulo del centro educativo, en el que no pasa desapercibido primero por sus dimensiones, ya que ocupa unos doce metros cuadrados, y después por su calidad.