Hay viejas heridas que no terminan de cicatrizar. La del catedrático de Historia de la Universidad de Oviedo, José Girón Garrote, -un histórico enfrentamiento con algunos de sus compañeros de departamento- volvió a sangrar ayer durante la presentación en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA de su último libro "Historia del socialismo en Asturias. La Agrupación de Langreo (1897-1921)", de Septem Ediciones. De Langreo fue, al final, de lo que menos se habló. Masip y Girón culparon al "sectarismo" instalado en la Universidad de Oviedo del fracaso de un proyecto que emprendieron en los años 60 para recuperar testimonios orales de la Guerra Civil.

Fue el autor del prólogo del libro, Masip, quién hurgó en la herida de Girón. "Pepe -en alusión al catedrático- y yo teníamos un proyecto que no prosperó en los años 60 y 70 por culpa del tardofranquismo y el sectarismo instalado en la Universidad. Era muy ambicioso, pero nos encontramos con un muro terrible. Que ahora Pepe sea catedrático de la Universidad de Oviedo es un orgullo, porque padecimos mucho", explicó Masip. El eurodiputado socialista se refería también a la agria polémica entre Girón y miembros del departamento de Historia hace un año, cuando el primero los acusó de impedirle por razones ideológica y personales el acceso a una cátedra que finalmente obtuvo.

José Girón puso después nombre, apellidos y hasta calificativos a todo ese reguero de obstáculos que describió Masip. "Antonio no ha querido nombrarle, pero yo lo haré. Aquella labor no fue reconocida por la Universidad porque la persona que llevaba el departamento estaba instalada en el estalinismo más sectario. Antonio no ha dicho su nombre, pero yo lo haré: David Ruiz González", manifestó, señalando así al catedrático emérito de Historia de la Universidad de Oviedo. "Le fastidiaba que un grupo de gente que no éramos del Partido Comunista fuéramos capaces de hacer lo que ellos no habían sido capaces... Un individuo que acusaba a Masip de ser un elemento de la CIA en Oviedo. El máximo estalinista en esta región", continuó Girón. La cosa no quedó ahí, sin nombrar esta vez a nadie, el historiador dijo que "alguno de los discípulos de David Ruiz se dedica a estudiar la sidra y las tabernas".

Masip y Girón, con un grupo de compañeros en la Universidad, viajaron en aquella época al Sur de Francia para recoger los testimonios de los últimos miembros del Consejo Soberano de Asturias y León, la institución política soberana e independiente proclamada en Gijón el 24 de agosto de 1937 bajo el trasfondo de la Guerra Civil.

"Lo intentamos, viajamos mucho, pero no fue posible. Los testigos que vivían en aquellos años ya no viven y perdimos testimonios orales que la Fundación Barredo no ha podido recoger", relató Masip, quien, además, reflexionó sobre "lo poco y mal que se conoce la historia". Algo que juzga "preocupante porque los pueblos están condenados a volver a repetirla".

El socialismo langreano

Al final del acto, José Girón terminó hablando del libro, cuya presentación había introducido la editora, Marta Magadán. Explicó que la agrupación socialista de Langreo, fundada el 7 de octubre de 1897, fue una de las primeras que surgió en Asturias, gracias a Manuel Vigil y Eduardo Varela, que aunque no eran langreanos, predicaron por aquellas tierras el socialismo de Pablo Iglesias. "Se fundó al aire libre, en un sitio denominado El Pinar, al lado de la carretera de Mieres", indicó.

Aunque la agrupación comenzó modesta, enseguida fue ganando socios, que un año después ya eran 210 y pagaban una cuota mensual de 75 céntimos. Girón señaló también en su exposición que cuando se fundó la Federación Socialista Asturiana, en 1901, de las catorce agrupaciones que participaron, la de Sama fue la que más delegados envió porque era la que más afiliados tenía.