La propuesta de IU para que la Dirección General de Patrimonio del Principado declare Bien de Interés Cultural (BIC) la fábrica de armas de Trubia y el barrio de Junigro ha devuelto la ilusión a los vecinos y a los trabajadores de la factoría, que vislumbran la posibilidad de que la actividad socio económica de la localidad se reactive.

Josefa Fernández, de 57 años, vive en Junigro desde hace medio siglo. Hija y viuda de empleados de la fábrica, compró su piso de la calle Coronel Hernando Espinosa en la década de los ochenta. Al tiempo que arreglaba el interior de la vivienda, veía cómo la fachada de los bloques se deterioraba, la nómina de trabajadores de la factoría disminuía y el censo de Trubia menguaba. "La declaración BIC puede que obligue a adecentar el barrio para que no se venga abajo, genere empleo y atraiga visitantes". Fernández sólo tiene un miedo: que la Administración regional o central les haga correr con los gastos de restauración del exterior de los inmuebles. "Todos los que vivimos en Junigro somos mayores, jubilados y con muy poca pensión, así que no podríamos asumir nada".

Los trabajadores de la fábrica de armas también ven con buenos ojos la declaración BIC del complejo industrial. El secretario de organización de UGT, Jesús María López, demanda más información sobre la propuesta de IU y su repercusión, pero, de mano, reclama que el título de Bien de Interés Cultural sea la antesala de una restauración integral de la factoría "porque se está cayendo a cachos".

De la misma opinión es el exempleado José María Ordóñez, de la sección sindical de CC OO, que va más allá al asegurar que las labores de mantenimiento darían trabajo y la instalación de zonas de ocio o la puesta en marcha de actividades culturales en el complejo publicitarían a Trubia y "la volverían a poner en el mapa económico".

Roberto Velasco, de la Asociación Vecinal de Trubia, se muestra cauteloso y algo resentido porque "la propuesta de BIC llega tarde". Para Velasco, de haberse declarado antes la fábrica como Bien de Interés Cultural "hubiera sido más fácil defender y mantener los puestos de trabajo y evitar los ERE". En cualquier caso, apoya la iniciativa de IU y urge al Ayuntamiento y al Gobierno regional a agilizar los trámites.

El geógrafo y vecino de Trubia, Manuel Antonio Huerta, es uno de los impulsores de la iniciativa. De hecho, es el autor de varios libros sobre la historia de la localidad. Como especialista en arquitectura industrial, ha participado activamente en la elaboración de la propuesta presentada a la Dirección General de Patrimonio de Asturias, que reclama la declaración de BIC para el recinto histórico de la fábrica de armas y el barrio de Junigro. Es decir, los inmuebles construidos desde finales del siglo XVIII hasta la segunda década del XX.

Los edificios del complejo armamentístico, de 165.000 metros cuadrados de superficie, que ya no tienen actividad y necesitan la protección BIC son la casa del director, la residencia y el asilo de ingenieros, los pabellones oficiales, la capilla , y el cementerio, en el que incluso hay lápidas de fundición, hechas en la propia factoría trubieca.

Huerta cree que la posibilidad de que haya una rehabilitación integral de la fábrica aumentará si se incluye en el Plan de Patrimonio Industrial, "pero no hay que olvidar que la factoría pertenece al Ministerio de Defensa, que es quien tiene la última palabra". El grupo municipal de IU solicita que la propuesta sea aprobada en el Pleno del Ayuntamiento para llevarla posteriormente ante la Junta del Principado.