El público ovetense premió con más de diez minutos de ovaciones la maestría de la interpretación que la Orquesta Sinfónica de Montreal hizo de la "Sinfonía n.º 7" de Mahler en su debut en la ciudad. Era la primera vez que sus músicos, dirigidos por su titular, el californiano Kent Nagano, que está considerado por los críticos como uno de los mejores directores del mundo, actuaban en Oviedo, y no defraudaron las expectativas. Al término del concierto, que transcurrió durante los ochenta minutos previstos y sin intermedio, Nagano firmó autógrafos y se hizo fotos con las decenas de admiradores que esperaban para felicitarle personalmente.

El de ayer era uno de los conciertos de la temporada del Auditorio más esperados, así que el lleno fue prácticamente absoluto. Entre los asistentes estaba el alcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, que acudió acompañado por su pareja, Gema Lana.

La "Séptima sinfonía" de Mahler, "Canto de la noche", resulta intensa y emocionante desde el inicio, con evocaciones de la fuerza de la naturaleza, del patetismo de la existencia humana y de la esperanza por un futuro más feliz. La Orquesta Sinfónica de Montreal domina los registros musicales necesarios para desenvolver esos sentimientos bajo la batuta elegante de Nagano.

La Orquesta de Montreal, fundada en 1934, referencia indiscutible de la vida cultural de Canadá, está de gira por Europa, y en España sólo se ha detenido en el auditorio Príncipe Felipe y el Auditorio Nacional de Madrid. Se ha distinguido a lo largo del tiempo por la recuperación de composiciones olvidadas, así como por la calidad de las grabaciones -más de un centenar- y de las actuaciones en gira.

El concierto de ayer se retrasó media hora por petición expresa de la orquesta, y comenzó a las ocho y media de la tarde. No hubo intermedio. La orquesta puso en pie una partitura que, según el programa de mano, es "difícil, trabada, original, experimental, quizá la más radical del director austriaco desde un punto de vista estructural, arquitectónico, instrumental y armónico". Mahler comenzó a componer su "Séptima sinfonía" en el verano de 1904 y la terminó el 15 de agosto de 1905. La estrenó en Praga, y él mismo la dirigió el 19 de septiembre de 1908; fue editada por primera vez al año siguiente.

La reacción del público ovetense ayer ante la interpretación que de la obra hizo la Sinfónica de Montreal fue de entusiasmo. Buena parte de la responsabilidad de ese éxito fue de su director, Kent Nagano (Berkeley, 1951), que es internacionalmente reconocido por la elegancia e inteligencia de su batuta.

Nagano es titular de la Orquesta Sinfónica de Montreal desde el año 2006, y acaba de renovar en el cargo hasta 2020. También ha dirigido la Ópera de Múnich y ha sido consejero artístico de la Sinfónica de Gotemburgo.