El Juzgado de Instrucción número 1 de Oviedo ha dictado un requerimiento para que el colectivo "La Madreña" abandone en un plazo de siete días la antigua sede de la Consejería de Sanidad en el número 32 de la calle General Elorza de Oviedo, ocupada desde hace más de dos años.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) han explicado que el juez ha trasladado el requerimiento a la Policía para que haga entrega del mismo al colectivo, momento en el que comenzará a correr el plazo de siete días.

"'LA MADREÑA' NO SE CIERRA"

Lo de ayer fue sólo un primer aviso. Más de 200 personas usuarias del centro social autogestionado cortaron durante unos minutos, al filo de las nueve de la noche, la calle General Elorza para advertir a las autoridades de que ""La Madreña" no se cierra". Fue sólo un gesto para anunciar el inicio de una serie de movilizaciones que secundarán en respuesta al auto de la Audiencia Provincial de Oviedo que ha ordenado el desalojo y el precinto del centro social que nació al calor del movimiento 15-M y que ya cuenta dos años y medio de vida. La lucha en la calle con el apoyo de la ciudadanía es la principal vía que seguirán los activistas de "La Madreña" para tratar de frenar el desalojo. Una gran manifestación el próximo miércoles y escraches a los políticos del PP y el PSOE involucrados en la "operación de los palacios" para hacerse visibles durante la campaña electoral, serán sus armas.

Pero desplegarán más acciones en el marco de lo que denominaron "un plan de contingencia". Según acordaron ayer en una asamblea abierta en el patio del edificio que ocupaba la Consejería de Salud en el barrio de Pumarín, iniciarán un encierro por turnos, de manera que las personas que permanezcan en el edificio estén vigilantes en caso de que la Policía acuda a desalojar el inmueble. "En cuanto salte la alarma, seremos capaces de movilizar a mil personas. Cada uno que oponga resistencia como quiera", advirtieron los activistas. Además de las movilizaciones en la calle, anunciaron que se están estudiando con juristas expertos en ocupaciones medidas judiciales para recurrir el desalojo ante instancias superiores a la Audiencia Provincial. Mientras, aseguran que mantendrán toda la programación cultural y social en "La Madreña", su "templo de la libertad" donde "la vida sigue".

"Nadie quiere volver a una ciudad donde no existe "La Madreña". Vamos a salvarla, ésa es la idea", argumentó Andrés Villabrille, uno de los miembros del colectivo. "Hay que combatir este tipo de justicia", añadió Amaya Caunedo, otra de las portavoces, que reflexionó también sobre la situación judicial de los cinco imputados por un supuesto delito de ocupación del edificio. "Su situación ahora es peor", lamentó. "Oviedo estaba durmiendo la siesta y ha despertado", dijo Juan Pastor, usuario del centro.

"¡La Madreña no se cierra!", "¡Madreñazo al sistema!", "¡Viva la lucha de la clase obrera!", "¡No hay Oviedo sin "La Madreña"!" son algunas de las consignas que corearon ayer los asistentes a la asamblea, a la que asistieron representantes de asociaciones de la ciudad que desarrollan allí sus actividades y también vecinos del barrio. Es el caso de Carrie Mittleman, tesorera de la asociación "Loco Matrifoco", cuyos miembros se reúnen una vez por semana en el centro social. "En Oviedo no hay ningún local público donde podamos organizar actividades con niños menores de 6 años", explicó. El presidente de los vecinos de Pumarín, José Sariego, brindó el apoyo del barrio a "La Madreña", un colectivo "que ha venido a dar vida a un edificio en desuso". Otro vecino, Chan Ugarte, teme que si se desaloja termine derribándose como el edificio del antiguo IES de San Lázaro, cuyo solar permanece sin ningún uso. Además, los trabajadores de Sedes, la empresa pública propietaria del inmueble, también ofrecieron su apoyo a "La Madreña". "Por operaciones urbanísticas especulativas como la de este edificio hoy estamos en la calle", señaló la portavoz del comité de empresa, Cristina Pontón. Entre los asistentes también se encontraban policías vestidos de paisano que tomaron nota de lo ocurrido. Cuando se cortó la calle acudieron varias patrullas, pero no tuvieron que intervenir, al disolverse.

Antes, a primera hora de la mañana, Izquierda Unida había enviado un comunicado de apoyo al colectivo censurando el auto que da la razón a Sedes y ordena el desalojo. Desde la empresa, su gerente, Vicente Sánchez, explicó que el desalojo "es inevitable" porque "el auto es claro". Muy satisfecho con la decisión de la Sala manifestó: "Por fin se ha hecho justicia".