Miles de personas se manifestaron ayer contra el desalojo de "La Madreña", el edificio autogestionado de General Elorza, en una marcha organizada con salida desde la entrada del inmueble hasta la plaza de La Escandalera previo paso por Foncalada, Uría, Toreno, Santa Susana y la plaza de España. Veinte minutos más tarde de las ocho, la marcha inició su recorrido al grito de lo que ya se ha convertido en su seña de identidad: "La Madreña nun se pieslla".

La agrupación musical "El Ventolín", de Gijón; malabaristas, y un grupo de batucada anunciaron el comienzo de la manifestación a ritmo de pachanga. Su objetivo está claro, evitar la expulsión del edificio anunciada por el Juzgado de instrucción número 1, pero ayer sumaron un nuevo propósito; mantener vivo el espíritu de "La Madreña" porque "siempre podemos hacerlo en otro edificio". Al menos, eso es los que clamaron los ya conocidos como "madreñeros".

Los manifestantes hicieron paradas en el camino para protestar ante Sedes, en la calle Uría, en la Federación Socialista Asturiana (FSA), en la delegación del Gobierno y ante la Junta General.

El colectivo "La Madreña" debe abandonar el edificio de las antiguas consejerías de General Elorza de forma voluntaria en los próximos días. De lo contrario, el desalojo se realizará con la intervención de la policía. El titular del Juzgado de instrucción número 1 de Oviedo, Francisco Javier Rodríguez Luengos, dictó la semana pasada un requerimiento en cumplimiento del auto de la Audiencia Provincial que ordenaba el desalojo y envió una copia a la Policía Nacional, acompañada de un oficio para comunicárselo al colectivo.

La movilización social para evitar el desalojo continúa siendo la baza que piensa jugar "La Madreña", después de que los abogados que defienden a los cinco imputados por la ocupación del edificio descartasen casi por completo, presentar un recurso extraordinario ante el Constitucional.