Efectivos de la Policía Nacional entraron hoy a las seis y media de la mañana en el edificio de la antigua consejería de Salud de General Elorza para dar cumplimiento al auto judicial que ordena el desalojo y precinto del edificio, propiedad de la empresa pública Sedes.

En el interior de inmueble se encontraban en ese momento cinco personas que se despertaron sobresaltadas al escuchar los golpes de los martillos en las ventanas tapiadas. Los agentes tardaron tres cuartos de hora en derribar las "barricadas" colocadas por los activistas, quienes, finalmente, no opusieron resistencia.

"Habíamos acordado que si éramos menos de quince no había nada que hacer, nos pilló con el cambio de guardia y salimos caminando", explicaron una vez en la calle. Mientras los policías rodeaban el edificio, en el exterior del inmueble se fueron concentrando partidarios del centro social autogestionado. Al grito de "si nos quitan La Madreña, ocupamos la ciudad", los activistas decidieron cortar la calle General Elorza con una sentada minutos antes de las nueve de la mañana. Fue a partir de entonces cuando se vivieron momentos de tensión, puesto que los agentes retiraron por la fuerza a los manifestantes de la calzada. Entre los desalojados se encontraba el concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Oviedo, Roberto Sánchez Ramos, a quien los policías advirtieron de que si no colaboraba, podrían romperle la muñeca.

Al final, la Policía Nacional identificó a una veintena de activistas, que replegaron su protesta una hora después. Para esta tarde, a las siete, está prevista una nueva concentración a las puertas de La Madreña (vigilada con fuertes medidas de seguridad) y a lo largo de toda la jornada los "madreñeros" han anunciado "acciones sorpresa" por toda la ciudad.