El consejero de Salud, Faustino Blanco, ha tirado de cronómetro para medir el tiempo que tarda desde Gijón en llegar al nuevo complejo sanitario de La Cadellada. Los 18 minutos que le llevó realizar el trayecto le sirvieron para aseverar, frente a las críticas por las obras inacabadas de los accesos y ciertos problemas de tráfico, que "el nuevo HUCA tiene una conectividad absoluta" y, recalcó "ningún problema de comunicación".

A preguntas de los periodistas, Faustino Blanco también se refirió a la polémica de las líneas de transporte público, después de que la Consejería de Fomento tuviese que autorizar -para no hacer diferencias con los autobuses de cobertura regional- la entrada de los autobuses del Ayuntamiento de Oviedo en el recinto del HUCA. "¿Conocen alguna parada que esté a la puerta de dónde reside el ciudadano?", dijo en plan pregunta retórica. Después explicó que todo había sido planificado a la perfección para que la parada con una distancia más larga esté situada a 350 metros del acceso a pie.

Así todo, ayer seguían sin estar señalizadas en el área de consultas externas las paradas de los autobuses, por lo que se repitieron momentos de confusión entre los usuarios, igual que el lunes. Sigue sin estar remarcado el espacio para los taxistas, que ya han advertido de que moverse por el HUCA "es la selva".