Los alumnos de los colegios públicos Carmen Ruiz-Tilve y Juan Rodríguez Muñiz comenzarán el curso entre obras, y los del Dolores Medio estarán desplazados en otra escuela. El Principado ha dado luz verde a la construcción de tres de las ampliaciones más largamente demandadas por padres y profesores de los barrios de La Corredoria, Las Campas y La Florida, y la calle La Luna, en el centro urbano.

Por orden de lista, las máquinas entrarán en los próximos días en el Ruiz-Tilve para levantar el aulario de Primaria -hasta ahora inexistente- y dotar así de 18 clases más con capacidad para 450 estudiantes al tercer colegio de La Corredoria. Cuando los chavales empiecen el curso en septiembre, los operarios aún estarán trabajando porque el proyecto tiene una duración de quince meses. Para que ningún niño se quede sin plaza, los técnicos instalarán una caseta prefabricada con seis aulas, dos baños y un almacén en la entrada del colegio. La Consejería barajó la posibilidad de trasladar temporalmente a los alumnos al colegio San Pedro de los Arcos, en el Naranco, pero la comunidad educativa lo descartó y votó por instalar un pabellón.

Las obras de ampliación del colegio Juan Rodríguez Muñiz, que da servicio a los niños de Las Campas y La Florida, están en proceso de contratación, pero el Gobierno regional ya ha anunciado que los trabajos empezarán en octubre, un mes después del inicio del curso. El colegio tendrá una nueva planta con cuatro clases de Primaria y otra aula complementaria, que permitirá cubrir la creciente demanda de matriculaciones en el centro. Como solución provisional hasta que terminen las obras, la dirección del colegio ha propuesto habilitar tres clases en el gimnasio que no impedirán la realización de los ejercicios de Educación Física porque el colegio tiene un polideportivo en el patio.

La Consejería también prevé comenzar en octubre la reforma del colegio de la calle la Luna, en proceso de licitación. El plan pasa por mejorar el aislamiento y eficiencia térmica del inmueble y sustituir toda la instalación eléctrica. En este caso, la magnitud de los trabajos obliga a trasladar a toda la comunidad educativa al Naranco por segundo curso consecutivo. El proyecto forma parte de la rehabilitación integral del colegio que, en un principio, sólo incluía el acondicionamiento de la cubierta principal.