"Oviedo puede presumir de beber una de las mejores aguas de España", dictaminó Amalio Avello, químico y vecino de Ciudad Naranco, después de conocer la planta potabilizadora de Cabornio. "La obra de ingeniería es impactante", opina Avello, que por propio interés ha visitado instalaciones similares por toda España. El sistema informático de control y el tratamiento del agua, con ozono en vez de cloro no son para menos. "¡Pero si es como una fábrica de agua, como una lavadora gigante en la que entra sucia y sale limpia!", exclamó la alcaldesa de barrio de Ciudad Naranco, Aurora Alonso. Ambos formaban parte del grupo de 25 personas que ayer visitó la nueva infraestructura, con capacidad para tratar 1.500 litros de agua por segundo y que desde Ribera de Arriba da servicio a los hogares ovetenses.

Los usuarios del centro social de Ciudad Naranco fueron los primeros en la lista de visitas organizadas por el Ayuntamiento de Oviedo para dar a conocer la planta de Cabornio a los ciudadanos, que ha costado 20 millones de euros. A finales de este mes, en una fecha que aún está por concretar, irán los de La Argañosa, adelantó la concejala de Centros Sociales, Covadonga Díaz, que acompañó al grupo durante la excursión. Alfonso Tomás, el gerente de la concesionaria, la empresa Aqualia, y la jefa de la planta, Sonia Fernández, guiaron al grupo, les explicaron su funcionamiento y contestaron sus preguntas. La visita, con una parada previa en el mirador de los Alfilorios para contemplar el embalse, duró alrededor de dos horas y media.

Uno de los detalles que más sorprendió fue que las tuberías por las que circula el oxígeno necesario para potabilizar el agua con ozono estuviesen cubiertas de hielo a plena luz del día. "Eso es por la baja temperatura que requiere ese elemento para mantenerse como gas", explicó Avello.