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Un héroe que desayuna gracias a la caridad

El hombre que reanimó en Avilés a una niña moribunda mitiga el hambre en las Siervas de Jesús

Un héroe que desayuna gracias a la caridad

A primera hora de la mañana, tranquilo y con buen aspecto, Javier Pérez Alonso apura un café con leche mientras charla con un compañero de mesa. Sirve Blanca García, una de las voluntarias que colabora con el programa de desayunos que las Siervas de Jesús desarrollan en Oviedo. En un mundo de anónimos, personas que poco tienen en la vida, Pérez Alonso es un poco "famoso". El pasado junio salvó la vida en Avilés a una niña (aunque al poco tiempo fallecería) que había entrado en coma y cuya madre reclamaba auxilio en la calle con desesperación. La reanimó junto a un amigo y después se perdió entre el gentío, aunque al día siguiente fue localizado. Entonces, lamentó que su labor no hubiera sido completa y que la pequeña no hubiera superado el trance.

El héroe anónimo es uno de lo numerosos usuarios del servicio que desde el pasado abril prestan las Siervas de Jesús. La madre María Dolores superiora de la congregación, supervisaba ayer en las instalaciones del número 23 de la calle Uría que todo estuviera en orden. Esta semana, la sección ovetense del Rotary Club corre con los gastos de esta obra en beneficio de la sociedad. Junto a la madre superiora y las voluntarias estaban ayer Juan Pérez Zaldívar, presidente de los rotarios en la ciudad y Agustín Aguirre y Rafael Cordero, miembros del club.

Son muchos los que acuden a las Siervas de Jesús. "Vienen entre 55 y 70, se nota cómo ha subido la cifra desde que empezamos en abril hasta ahora", aclara Blanca García, una de las voluntarias. "No siempre tenemos de todo, pero intentamos que sea variado", añade. Las Siervas de Jesús no cumplen su misión en solitario. Cuentan con ayuda municipal, de varios supermercados de la ciudad y de alguna confitería cercana.

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