"Todo aquel que quiera visitar la exposición en honor a Álvaro del Portillo conocerá su labor y entenderá por qué el 27 de septiembre será beatificado". Así explicaba ayer Yolanda Cagigas, directora del Archivo de la Biblioteca de la Universidad de Navarra y comisaria de la muestra, la exposición en honor al obispo Del Portillo que se exhibe en el Auditorio Príncipe Felipe hasta el 12 de agosto. Álvaro del Portillo pasó media vida al servicio de los demás. Entró a formar parte del Opus Dei cuando la institución aún estaba dando sus primeros pasos, pero a pesar de ello luchó por su supervivencia y expansión hasta el último día de su vida.

Durante más de treinta años, del Portillo se dedicó en cuerpo y alma a esta prelatura, siendo la mano derecha de San Josemaría Escrivá, fundador de la institución. Cuando este falleció, Del Portillo ocupó su cargo. Todos los que tuvieron la oportunidad de conocerle le recuerdan como "un santo, un hombre excepcional que transmitía paz y humildad en el momento en el que comenzabas a hablar con él". Así lo describió ayer el abogado Pablo García Vallaure que tuvo la oportunidad de conocerle en el año 1978, en la sede del Colegio Romano de la Santa Cruz en Cavabianca, en Roma.

Los que conocen su obra y tuvieron el privilegio de conversar con él argumentan que Álvaro del Portillo era un "santo" en vida ya que hacía todo lo posible por ayudar a los demás y siempre estaba dispuesto a echar una mano. Por ello su "beatificación es una estupenda noticia para toda la humanidad", explicó el profesor de Filosofía, Francisco Santamaría.

A la presentación de la exposición también acudió, Nuria Rodríguez, madre de Lucía una niña que con mes y medio ingresó en la UVI del Hospital de Santiago Apóstol cuando comenzó a convulsionar sin motivo aparente. Después de que los doctores indujeron al bebé al coma y cuando su situación parecía irreversible, consiguió sobrevivir. "Después de despedirnos de ella, mi marido y yo nos fuimos al oratorio. Cogí todas las estampas que allí había. La que más me llamó la atención fue la de Álvaro del Portillo. La guardé en la cartera junto a la foto de mi hija, al día siguiente Lucía despertó del coma como si nada hubiese pasado", relató emocionada y señalando la, para ella, influencia de Álvaro del Portillo en la milagrosa curación.

La muestra realiza un repaso a la "huella, la alegría y la esperanza que Del Portillo ha dejado en los cinco continentes", comentó ayer la comisaria Yolanda Cagigas. La exposición viajará por nueve ciudades españolas en las que el santo tuvo especial protagonismo. "La exposición llegará a Madrid en septiembre y su exhibición coincidirá en el tiempo con la beatificación de Álvaro del Portillo, que será el día 27", concluyó Yolanda Cagigas ante una sala repleta.