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La línea circular del transporte urbano de Oviedo, un tiovivo con ruedas

Conductores de los autobuses de la primera ruta que rodea la ciudad se quejan de que el recorrido es demasiado largo, con un exceso de paradas y muchas vueltas "inútiles"

dificultades para girar en calles estrechas. El autobús, efectuando un giro complicado que requiere más de una maniobra en la calle Fernando Alonso, junto a los Dominicos. TERESA SUÁREZ

La primera línea circular de autobús que opera en Oviedo está abocada al fracaso. Es la visión que tienen algunos conductores de la empresa Transportes Urbanos de Asturias (TUA) -adjudicataria del servicio de autobuses en la ciudad- asignados a esta ruta, denominada línea F. Los principales problemas que plantea el trazado, diseñado por los técnicos del Ayuntamiento de Oviedo en el marco del nuevo plan de movilidad urbana, tienen que ver con la longitud de la línea, que en agosto se tarda una hora y cuarto en recorrer; el elevado número de paradas (casi cincuenta por sentido de circulación); y las "vueltas inútiles" por Ciudad Naranco, La Argañosa y Otero, que, según los conductores, "ralentiza mucho" los tiempos. Además, los profesionales se quejan de que el recorrido está "muy mal planteado" en algunos puntos de la ciudad -calles muy estrechas y giros imposibles- donde los conductores tienen dificultades para maniobrar.

"Algunos ya le llamamos el tiovivo a la circular, porque en algunas zonas lo único que hace es subir, bajar y dar vueltas", asegura uno de los conductores que, desde el anonimato, ha trasladado sus quejas sobre el trayecto de la línea F a LA NUEVA ESPAÑA. "Uno de los mayores problemas lo tenemos en Ciudad Naranco, porque son calles muy estrechas y tienes que hacer giros donde no te cabe el autobús. Le llaman plan de movilidad, pero lo cierto es que en Ciudad Naranco no te mueves", comenta otro de los conductores entrevistados por este periódico. Además, en este barrio se encuentra uno de los puntos negros de la línea circular, que se adentra en el Hospital Monte Naranco a coger y dejar viajeros. "Perdemos mucho tiempo en esta parada, porque para rebasar el arco de entrada al Hospital sólo sobran unos centímetros", sostiene una conductora. En la calle Capitán Almeida también tienen problemas para efectuar determinados giros.

Otra de las quejas que plantean los conductores tiene que ver con el exceso de paradas fijadas en la línea circular, algunas "innecesarias" para ellos. "En uno de los sentidos son 48 paradas. Cuando haya tráfico será excesivo. En Vallobín, por ejemplo, paramos diez veces y eso es una salvajada", critican los conductores. "Hay calles pequeñas en las que paras tres veces, como San Pedro de Mestallón. Para conducir la circular es lo más repugnante que te puede tocar", critica un conductor de TUA.

También se quejan de que el trazado, tal y como ha sido diseñado, plantea vueltas que se podrían evitar. "Para dar servicio al barrio de La Argañosa era suficiente que el autobús circulase por Alejandro Casona. Nos meten una vuelta por Marcos Peña Royo y Silla del Rey que hace perder mucho tiempo y no tiene sentido", cuestiona otro chofer. Un compañero le da la razón: "Es que al ser tan enorme el recorrido, si ahora en agosto tardas una hora y cuarto, en septiembre, cuando empiecen a funcionar las facultades y los colegios, va a ser un caos absoluto. Tendrán que replantear cosas".

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