El grupo municipal de Foro ha dado marcha atrás a la reorganización interna que llevó a cabo a comienzos de agosto, después de que la edil Belén Arganza confirmara en el Pleno del pasado 30 de julio que a lo largo de este mes dejaría la Corporación. Arganza había anunciado tiempo atrás su intención de dimitir tras ser condenada por vejar a un inmigrante colombiano tras una discusión de tráfico en el Naranco. Pero la concejala sigue sin hacer efectiva su dimisión. Los foristas también han solicitado la anulación de su petición de que Arganza dejara de percibir su sueldo como concejala liberada. La todavía edil forista percibe 44.086 euros brutos anuales. La decisión tomada ayer por los foristas ha reabierto la crisis en el grupo municipal, marcado por los enfrentamientos internos desde que entró en el Ayuntamiento ovetense.
En el último Pleno antes de las vacaciones de verano, Arganza aseguró que se iría en cuanto pusiera "en orden" los asuntos municipales que tenía pendientes y que ya no estaría en la reunión plenaria de este mes. Días después, Foro anunció el nombramiento de la edil Cristina García-Pumarino como portavoz adjunta del grupo en sustitución de Arganza. Al mismo tiempo, García-Pumarino presentó un escrito con los ediles que se harían cargo de las comisiones y áreas que hasta ese momento eran potestad de Arganza. García-Pumarino también registró un escrito dirigido al alcalde, Agustín Iglesias Caunedo (PP), para que "se deje de abonar la retribución que por dedicación exclusiva" percibe Arganza.
Todo esto ha quedado en nada después de que ayer el grupo municipal casquista presentara en el Registro General a través de Andrés Llavona, su portavoz, un escueto escrito en el que se informa de que "no tienen efecto ni son válidas" las comunicaciones presentadas por García-Pumarino "relativas a la organización" interna de Foro en el Ayuntamiento de Oviedo.
El paso dado por Llavona pilló por sorpresa a parte de los cinco ediles con los que ahora cuenta Foro, después de la salida del partido y el paso a las filas de los no adscritos de Manuel Fernández Ruiz y José Donate. Fuentes del grupo casquista aventuran que la medida se debe a la resistencia de Arganza a abandonar el Ayuntamiento. Éstas fuentes basan sus afirmaciones en el tiempo que ha pasado desde que Arganza puso su cargo a disposición del partido y que anunció su intención de dimitir. Lo hizo a finales de junio cuando se conoció la sentencia que la condenada por vejar a un inmigrante colombiano con el que protagonizó una reyerta de tráfico. Arganza llegó a amenazar al inmigrante con deportarlo utilizando su poder como edil en el Ayuntamiento de Oviedo. Aunque otras fuentes señalan que lo ocurrido ayer no es más que un ejemplo de los enfrentamientos internos que existen en el grupo municipal forista desde que los casquistas aterrizaron en el Consistorio ovetense tras las elecciones locales de mayo de 2011. Y mientras tanto, Arganza ha seguido haciéndose cargo de las cuestiones que tenía bajo su control en el Ayuntamiento, incluso después de que se hiciera pública la reorganización de las tareas del grupo municipal, lo que no ha sentado nada bien a algunos de sus compañeros.
