Los vecinos del único edificio situado justo al lado del colegio Carmen Ruiz-Tilve -concretamente noventa ovetenses que viven en ese inmueble de la calle San Ignacio, en La Corredoria- ya están hartos de las obras de ampliación del centro a pesar de que aún no se ha colocado ni una sola piedra del nuevo aulario. Aunque la obra está paralizada por supuestos incumplimientos de la empresa adjudicataria y a la espera de otra firma que ejecute los trabajos -probablemente Tragsa-, el Ayuntamiento ya ha comenzado a construir el vial de acceso a la futura ampliación. Para los vecinos es el camino de la discordia. "Desde que comenzaron las obras sufrimos temblores en el edificio. Se nos caen los cuadros y otros enseres y tenemos miedo de que se produzcan otros daños peores", asegura Justo Roldán, uno de los vecinos del edificio.

Los habitantes del edificio avisaron a la Policía Local para que levantase acta de los supuestos temblores provocados por las máquinas que están construyendo el acceso, pero también tienen otras quejas. "Nos sentimos engañados porque cuando vinimos a vivir aquí los terrenos en los que está el colegio estaban destinados a zonas verdes. Lo construyeron sin contar con nosotros para nada y además el proyecto demuestra que el aulario va a tener una altura que va a tapar la vista de buena parte del edificio", mantiene Roldán. Los vecinos temen además por su seguridad y por la de los alumnos del colegio. "Cuando comiencen las obras van a pasar por aquí camiones de gran tonelaje. No es lógico al lado de un colegio, cerca de una rotonda y en una calle por la que pasan infinidad de ambulancias para llegar al hospital".

La comunidad tampoco entiende que el Consistorio no les permita cerrar el perímetro del edificio para evitar "invasiones de la propiedad" y ya se ha puesto en contacto con un abogado "para defender nuestros derechos". Los ediles de Foro Juan Pérez Zaldívar y Godofredo Andrés estuvieron ayer con los vecinos para trasladar su problema al Ayuntamiento. "Este caso vuelve a demostrar que el equipo de gobierno toma las decisiones sin contar con los vecinos, generando un malestar innecesario", subraya Zaldívar.