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El fiscal pide cuatro meses de prisión por un intento de robo en el recinto abandonado

El proceso abierto para la adjudicación directa de la fábrica de loza de San Claudio, después de que no se presentara ninguna oferta a las dos subastas previas, quedará resuelto el próximo 9 de diciembre. Ese día, según fuentes de la Agencia Tributaria, la mesa de adjudicación evaluará las ofertas que hayan sido remitidas a su registro regional antes del 1 de diciembre.

La finca de San Claudio, con las naves y las edificaciones de la antigua factoría, está tasada en 1,33 millones de euros y en esta fase del procedimiento ya no hay un precio mínimo de adjudicación. Las ofertas requieren la entrega de un depósito previo de 66.836 euros, cantidad equivalente al cinco por ciento del valor de tasación.

A la primera subasta de la fábrica de loza de San Claudio, con un precio de partida de 1,33 millones -el valor del inmueble- no se presentó ninguna puja, quedó desierta, y volvió a ocurrir lo mismo en la segunda, en la que la Agencia Tributaria hizo un descuento del 25 por ciento. Así que el pasado mes de octubre se inició un proceso de adjudicación directa que culminará el próximo 9 de diciembre.

La Agencia Tributaria se hizo con la propiedad del complejo fabril de San Claudio, que ocupa una superficie de 23.870 metros cuadrados, tras el cierre y la quiebra de la empresa.

La fábrica de loza fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) pero el Tribunal Superior de Justicia de Asturias la echó por tierra, al considerar que entorpecía una posible enajenación del inmueble con la cual podrían satisfacerse las deudas pendientes con los proveedores tras la liquidación de la empresa en el año 2009.

La fábrica de loza de San Claudio inició su actividad en 1903 y a lo largo de más de un siglo abasteció de vajillas a las mesas de medio mundo. Su cierre supuso el despido de 139 trabajadores, que responsabilizaron directamente al último propietario, Álvaro Ruiz de Alda, de la quiebra de la empresa.

Con la fábrica se perdió una de las últimas actividades industriales que quedaban en el concejo, ligada estrechamente a su historia. El pasado mes de agosto, tras años de abandono absoluto, la fábrica fue pasto de un incendio que los bomberos atribuyeron a una ocupación ilegal y a la acumulación de basura en el interior de los edificios.

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