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ALISA WEILERSTEIN | Violonchelista, actúa hoy en el Auditorio

"Toco 140 conciertos al año, por eso necesito correr mucho y hacer yoga"

"El maestro Barenboim es un genio, aprendí más con él que con todos los demás; siempre está extremadamente atento a los detalles"

Alisa Weilerstein, en la mañana de ayer, en su camerino del Auditorio de Oviedo. NACHO OREJAS

Alisa Weilerstein, neoyorquina, tiene 32 años y ya figura en la cima mundial del violonchelo. Está considerada como la nueva Jacqueline du Pré, gran leyenda de ese instrumento. Hoy toca el concierto de Elgar en el Auditorio de Oviedo, a las ocho de la tarde, con la orquesta Oviedo Filarmonía dirigida por su marido, el venezolano Rafael Payaré. Oviedo Filarmonía también interpretará la sinfonía número 2 de Brahms.

-¿Cómo es el concierto de Elgar?

-No es como el de Dvorak, pensando en un héroe que va a caminar por el bosque y se enamora. Hay vida y muerte. El de Elgar es mucho más personal. Lo escribe al final de la Primera Guerra Mundial. Rechaza la modernidad de alguna manera. Su esposa se muere en el año en que lo compone. Es un hombre muy triste, íntimo y privado. Su música es como decir adiós a un tiempo que no va a volver jamás. Ésa es la tragedia desde mi punto de vista. Muy personal.

-Técnicamente es excelente.

-Sí.

-Y difícil.

-No me gusta la palabra difícil. Es un reto con sus facetas diferentes. En todo caso, a mi me da alegría.

-¿Lo ha tocado en otras ocasiones?

-Lo toco desde los 12 años. Para mí es muy familiar. Pero cada vez miro la partitura. Siempre tiene cosas que descubrir.

-¿Lo aborda de forma distinta ahora respecto a, digamos, hace cinco años?

-Sí, es distinto. Espero que sea así. Soy una estudiante eterna. Descubro detalles que no había visto en otras interpretaciones. Eso es lo importante. El resultado crece automáticamente.

-¿Reescribiría algunos compases de obras que interpreta? ¿discute con los compositores?

-No, no puedo discutir con un compositor. Leí que Elgar dijo a la solista que iba a interpretar este concierto por primera vez que tocase con el corazón. Solo eso. Los detalles no importan. Eso le dijo. No tomo la frase literalmente. Miro la partitura al detalle. Sobre todo el último movimiento. En cada compás hay tres indicaciones. Es muy complicado. Pero al tiempo da muchísima expresión. Trabajando con el maestro Barenboim vi estas cosas.

-¿Cómo es Barenboim trabajando?

-El maestro Barenboim es un genio, aprendí más con el que con todos los demás, siempre está extremadamente atento a todos los detalles.

-Usted es de Nueva York.

-Nací en Rochester, en el Estado de Nueva York. Crecí en Cleveland, Ohio. Con 18 años regresé a Nueva York. Estudié en la Universidad de Columbia y en el conservatorio de la Juilliard. Estudié con muchos violonchelistas.

-¿Cabe tener varios maestros?

-Sí, primero mi padre, violinista. Estudié con él dos horas al día durante seis años. De los nueve a los 16.

-¿Un padre puede ser buen profesor?

-En nuestro caso sí. Es un profesor extraordinario en general. Conmigo especialmente en la adolescencia, cuando es más difícil todo, hizo cosas muy especiales. Asumió una voz y un carácter diferentes para crear más distancia entre nosotros. Era duro y divertido estudiar con él.

-¿Inició su carrera ya como concertista?

-Sí, siempre he sido concertista desde los 14 años. Estudiaba también en la escuela como otros niños. Una semana al mes hacía giras. Después poco a poco creció el número de conciertos. Toco 140 conciertos al año por eso necesito correr mucho y hacer yoga. Correr es muy bueno para el corazón pero también para los hombros porque quita tensión.

-Está casada con un director de orquesta.

-Nos conocimos hace seis años y llevamos juntos cinco años. Interpreté en Venezuela con Dudamel el concierto de Dvorak. Mi marido tocaba el corno en la orquesta. Y ya. Muy rápido todo. Nos casamos hace ahora año y medio.

-¿Dónde viven?

-Complicado. En Berlín, Nueva York y Caracas. Tocamos y dirigimos mucho así que nos vemos en hoteles y aviones más que en nuestras casas. A veces trabajamos juntos. Y cuando uno está libre el otro va a reunirse.

-¿Qué le gusta interpretar sobre todo?

-Soy violonchelista. No tengo el lujo de violinistas o pianistas. Mi repertorio es muy pequeño. Disfruto de la música de Bach y de la contemporánea. De todo.

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