La Policía Nacional de Oviedo ha ampliado a todo el territorio español la búsqueda de la madre de los tres niños abandonados en un piso de Pumarín el viernes. La mujer continuaba en paradero desconocido al cierre de esta edición y no se había recabado ninguna pista fiable. Además, el Centro Materno Infantil, en la avenida Pedro Masaveu, se prepara para acoger a los hermanos a la salida del HUCA (Hospital Universitario Central de Asturias) -donde se encuentran en buen estado de salud-, tal y como establece el protocolo de los Servicios Sociales del Principado, que velan porque los hermanos menores de edad permanezcan juntos.

La Policía rescató el viernes de madrugada de la vivienda a tres hermanos. La mayor, de casi tres años, el mediano, de año y medio, y la más pequeña, una recién nacida de sólo veinte días. La bebé permanecía desnuda y tiritando de frío encima de la cama, al borde de la muerte. Su hermano se estaba dando cabezazos contra la pared; y la mayor, sentada en silencio, con la mirada perdida. Conforme pasan las horas, pesa más la hipótesis de que "algo malo" podría haberle ocurrido, según explicaron a este periódico fuentes próximas a la investigación del caso. "Desde el mediodía del viernes se trabaja con esta hipótesis, que la mujer pueda estar retenida en contra de su voluntad o que haya sufrido algún incidente desafortunado, un problema grueso", indicaron las mismas fuentes consultadas. De momento, el asunto se está investigando como un caso de abandono. Los vecinos del edificio aseguran que aunque la desaparecida -M. J. F. G. española de 42 años y residente desde hace años en el inmueble, en la calle Benjamín Ortiz- es una mujer "discreta", todos saben a qué se dedica. Es precisamente la profesión que le atribuye el vecindario -servicios de citas ocasionales- la que hace sospechar a la Policía que pueda haberle ocurrido algo.

La Policía Nacional y la Local salen a patrullar con una descripción de la mujer, extremo que podría facilitar su localización.