Un hombre armado hizo cundir la alarma el pasado domingo a media tarde en las urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) entrando armado y amenazando a una celadora, a la que apuntó con su pistola, según refieren testigos presenciales. Fueron necesarios tres empleados de seguridad para reducir al agresor, aprovechando un descuido, y quitarle la pistola, que finalmente resultó ser de fogueo.

El agresor fue ingresado en la planta de Psiquiatría del mismo Hospital, donde aún permanecía ayer.

Los acontecimientos se produjeron el domingo a media tarde, según aseguran testigos del suceso. El hombre, de unos 40 años de edad, entró en la zona donde los sanitarios realizan la selección de pacientes con un arma en la mano y gritando que estaba muy enfadado y que "se iba cargar a alguien".

Entonces, con la pistola, que luego dijo que había encontrado en el Campilllín, apuntó a una celadora que se encontró en el camino y luego se la guardó en el bolsillo del pantalón, con pose de pistolero. Ese fue el instante que aprovecharon los empleados del servicio de seguridad para reducirlo y quitarle el arma de encima. Consiguieron llevarlo hasta una cama y allí, atado, fue atendido por un psiquiatra. A las once de la noche el hombre fue ingresado en la planta de Psiquiatría del HUCA.

El hombre no era un habitual de los servicios de urgencias del HUCA y ninguno de los trabajadores que se encontraban de guardia esa noche dieron muestra de conocerlo. Entró andando y no hay constancia de que haya consumido drogas que justificaran su actitud agresiva.

El suceso causó un gran revuelo en Urgencias, a tope de trabajo en plena epidemia de gripe.