Colas para aparcar, para tomar café o para comer, precios elevados en las máquinas de suministro de bebidas y falta de alternativas en los alrededores. Son algunos de los inconvenientes con los que se encuentran a diario los usuarios y trabajadores del nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Muchos comparan el centro sanitario con una especie de "isla", porque al erigirse en un área de expansión urbanística, prácticamente fuera de la ciudad, son pocas las alternativas que existen a su alrededor para satisfacer cualquier demanda. Con todo, la galería comercial del Hospital va incorporando negocios poco a poco y apenas quedan tres o cuatro vacíos. Los responsables piden que se coloquen señales indicativas para que los usuarios sepan que están ahí.
En el día a día del HUCA algunos son los aventureros que salen al exterior a comprar agua a los supermercados de Pontón de Vaqueros o Teatinos; o a comer a alguno de los restaurantes de esas zonas. Pero la realidad es que hay que desplazarse un trecho -unos diez o doce minutos caminando- y la mayoría optan por hacer las comidas y abastecerse en el centro hospitalario. "Las máquinas que dispensan bebidas son muy caras. La mayoría traemos el agua de casa, a veces la gente sale al súper, sobre todo los familiares de los pacientes", explica un trabajador del centro.
Así que la alternativa más habitual son las dos cafeterías del centro -una en hospitalización y otra en consultas externas- donde se generan habitualmente colas, sobre todo en horas punta, para los desayunos y las comidas. "El sistema que tienen montado, preparando los pinchos en el momento está muy bien, pero ralentiza mucho el sistema. Y eso que los trabajadores no paran", indica un usuario. Caso a parte son los precios, de los que se quejan algunos habituales. "Un menú cuesta 8,50 euros, para alguien que tiene que comer todos los días es un precio caro", aseguran. Aunque existen más opciones, como el medio menú a 6 euros o 7,50 euros, dependiendo de si se elige un primero o un segundo plato.
Mientras, la galería comercial del HUCA, que cuenta con una peluquería (ofrece también servicio a pacientes), un banco, un quiosco de prensa, una ortopedia y una tienda de regalos, entre otros, va creciendo poco a poco. Los titulares reclaman ahora más visibilidad y que se coloquen señales indicativas. "La gente no sabe que estamos aquí", asegura una dependienta de uno de los comercios del Hospital.
