El escritor Fernando Fonseca realizó ayer un recorrido temporal y personal por Oviedo y su reconstrucción ficcional, o reverso, que el autor denomina Ciudad Ajada en su última obra, "Apabullante silencio extranjero" (2014). Conjugando varios planos temporales y elementos identificables de la ciudad, Fonseca desgranó los descubrimientos de su vida, entre los que "literatura, rock y teatro" constituyen "el triángulo de mis liturgias". El escritor leyó ayer un largo texto autobiográfico durante un acto organizado por Tribuna Ciudadana -de la que ha sido colaborador desde sus inicios-, y celebrado en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA. Lola Fernández Lucio, socia fundadora de Tribuna Ciudadana y profesora, y por Javier Gámez, directivo de la entidad, presentaron a Fonseca.

Fernando Fonseca (Oviedo, 1956), tituló su intervención como "De la España católica a la España catódica. Un viaje sentimental por los albores de la memoria", siendo tanto el catolicismo como la televisión los marcos temporales. Así, explicó antes de la lectura de su texto que "mi experiencia personal es la de una España recalcitrantemente católica, pero luego nos hemos llevado la sorpresa de que todo aquello estaba en desuso u olvidado". Por contra, "lo que educaba a la sociedad era la televisión, que todos recibíamos con mucho entusiasmo porque se nos vendió como riqueza cultural, pero vimos que los canales privados nos traían a las 'mamachicho' y lo que ha venido hasta nuestros días".

"La primera vez que abrí los ojos fue en Ciudad Ajada". Tras esa incorporación, simulada mediante una llegada en tren, "un ovetense, como una boa, me exprimió en un abrazo y pensé en los hospitalaria que era la ciudad", pero se trataba de "Antonio Masip" y de una campaña electoral. Del mismo modo, en la evocación fabulada de Fonseca comparecían "Gabino de no sé cuantos, el de los perros, Gabino el gastizu", o "Rivi, concejal vitalicio". Descrita como "ciudad de doble moral, de apariencias e intenciones auténticas", en un "orden social e hipócrita, pero un orden", Fonseca acometió después los descubrimientos propios: "La calle, el barrio y un espacio superior llamado Oviedo". Al mismo tiempo "me despedí de la infancia en los ambientes culturales del teatro, el rock, la poesía, la pintura y los libros extranjeros", o tratando desde los ochenta con Juan Benito Argüelles, fundador de Tribuna Ciudadana. "España está condenada al hambre en su múltiples variantes, pero el grupo capitaneado por Juan y Lola Lucio fue un gentío disfrutando con la palabra".