Cincuenta y un años después regresa "Sansón y Dalila", de Saint-Saëns a la temporada del Campoamor. En aquella ocasión el héroe fue nada menos que Mario del Monaco, con Jean Madeira, José Simorra y el maestro Nicola Rescigno, clave en la ópera de Chicago. Esta vez, según una producción de Ópera de Oviedo, el espectáculo no le irá a la zaga a juzgar por las opiniones de sus máximos responsables durante la presentación que ofrecieron a la una de la tarde de ayer en el coliseo carbayón. La primera función, el miércoles 28, a las ocho de la tarde.

Javier Menéndez, director artístico de la temporada, destacó la intervención del barítono Carlos Álvarez, tan vinculado al Campoamor y recuperado de una lesión en las cuerdas vocales. Y a su lado el tenor Stuart Skelton y la soprano Nancy Fabiola Herrera. También puso el acento en el regreso del maestro Max Valdés después de cinco años. Fue durante tres lustros el titular de la OSPA con la que de nuevo dirigirá la ópera de Saint-Saëns. Valdés aquí dirigió títulos de enorme éxito como "Jenufa", "Diálogos de carmelitas", "Tristán e Isolda" o "Elektra". Agradeció el patrocinio del banco Sabadell-Herrero. Pablo Junceda, director general del Sabadell-Herrero, se mostró encantado de estar entre artistas e indicó que "hay valores culturales que no debemos perder".

Por su parte Curro Carreres, director de escena, comentó que el elenco "es digno de cualquiera de los mejores teatros del mundo". Carreres analizó su planteamiento escénico, del que dijo que, ciertamente, suponía una actualización del libreto. "La historia, tan remota, pertenece a la mitología judeo cristiana y la dramatización que he propuesto pertenece al futuro distópico de los videojuegos, un futuro-pasado de la ciencia ficción que sirve para conectar con el público más joven". El director de escena afirmó que la Ópera de Oviedo "es un verdadero oasis en el panorama lírico español".

"Nada ha cambiado en Asturias" comentó a su vez el maestro Max Valdés, que dirigirá de nuevo a la OSPA. "Regresé en Navidades, la crisis apenas se notaba por las calles. Asturias es un lugar privilegiado con un equilibrio entre la calidad de vida, el buen asentamiento de los valores y la dignidad a la hora de soportar las condiciones adversas".

Valdés recordó a Luis Álvarez Bartolomé, que fue presidente de la temporada de Oviedo, a Luis Iberni, profesor de musicología, crítico de LA NUEVA ESPAÑA e infatigable promotor musical y a Inmaculada Quintanal, primera gerente de la OSPA. En aquellos tiempos seminales se abordaron obras que "parecía imposible proponer" añadió.

Max Valdés dijo que "la ópera cuenta cantado, algo único, no está pasada de moda, es fusión y conocimiento".