La misa funeral por el alma de Paulina Gómez Lacazette congregó ayer a decenas de personas en la parroquia de San Tirso el Real, un templo en el que las muestras de dolor se mezclaron con los buenos recuerdos generados en vida por una mujer que en muchos sentidos encarnó "los mejores valores" de la sociedad ovetense. "Era una persona de gran vitalidad, con fuertes convicciones religiosas y el autentico pilar de su familia", señaló durante la homilía el párroco de San Tirso, Ángel Rodríguez, que estuvo acompañado durante el oficio por su homólogo de San Isidoro, José Luis Alonso Tuñón.

Al funeral asistieron los amigos de la familia y representantes de buena parte de la sociedad ovetense. Entre otros muchos estuvieron Pedro Obejero, Juan José de Blas, Antonio Ratana. Jaime Álvarez-Buylla, José Manuel Penche, Carmen Hidalgo, Rita Mari Álvarez, Francisco González Álvarez-Buylla, Ana Álvarez Escudero con su esposo César Figaredo, Chechi García-Morán o María Antonia Galán. Todos coinciden en señalar que Paulina Gómez Lacazette "era de esas personas íntegras que no se repiten".