"Me asomé por la ventana y vi un géiser. Al principio no sabía qué podía ser, pero luego pensé en las tuberías". Montse Vázquez, vecina de Palomar, acertó la causa que originó la formación de un surtidor en lo alto de esta localidad de Ribera de Arriba ayer, hacia las 9.30 horas. Una tubería de la red que abastece al concejo ovetense y a Ribera de Arriba se rompió de forma fortuita y la fuerza del agua echó al suelo al operario de una pala excavadora que inspeccionaba la zona. Luego, los sótanos de tres viviendas, un hórreo, los caminos y el mobiliario urbano del entorno sufrieron desperfectos similares a los originados por una riada.

Para evitar que los ovetenses se quedaran sin agua en sus hogares, el Ayuntamiento y Aqualia (la concesionaria del servicio) se vieron obligados de inmediato a desviar el suministro a la capital del Principado. Así lo explicó la concejala de Aguas, Trinidad Ordiz (PP), al visitar Palomar unas horas más tarde. "El abastecimiento a Oviedo está asegurado porque el suministro se hace de forma alternativa desde el depósito de Cuyences, a través de Cadasa (Consorcio para el Abastecimiento de Agua y Saneamiento en el Principado de Asturias), además del depósito del Cristo", apuntó.

Una vez comprobado que el operario de la excavadora no sufría lesiones de gravedad y que no fue necesario su ingreso en un hospital, treinta técnicos de Aqualia acudieron a Palomar a reparar el conducto, limpiar los viales, achicar el agua y evaluar los daños. Según el ingeniero municipal, Gregorio Abril, y el gerente de Aqualia, Alfonso Tomás, la avería estaría resuelta en 24 horas, el tiempo en el que iban a trabajar de manera ininterrumpida los profesionales de la empresa para reparar la tubería, de 650 milímetros de diámetro.

Antonio Prieto es uno de los afectados por la fuga ya que el agua dañó varios muebles que tenía en el garaje. "Menos mal que estos días no guardé los coches allí porque si no también me los coge", explicó junto a su vivienda mientras los peritos evaluaban el alcance de los desperfectos. No es la primera vez que tiene que achicar agua nada más levantarse de la cama. La rotura en una tubería diferente inundó caminos y sótanos de la zona en 2011. En aquella ocasión la avería fue fruto de una obra paralela.

La rapidez de respuesta del Ayuntamiento no satisface por completo a los vecinos, que reclaman la puesta en marcha de la nueva traída de agua. Según los afectados, la vieja conducción que une el embalse de los Alfilorios con los depósitos del Cristo y atraviesa Palomar en su cota más baja "es un saco de averías".