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El chelo de Mørk y la Filarmónica Checa firman una velada triunfal

El maestro Jiri Belohlavek dirige un gran concierto en el Auditorio con obras de García Abril, Schumann y Strauss

Truls Mørk con el chelo y el maestro Belohlavek interpretando el concierto de Schumann, ayer, en el Auditorio.

Una velada sencillamente colosal en el Auditorio, en la tarde noche de ayer: el violonchelista Truls Mørk firmó un concierto de Schumann maravilloso y en la segunda parte la Filarmónica Checa que le daba la réplica ofreció un Strauss superlativo. Y todo bajo la batuta de Jirí Belohlavek, un maestro de primerísimo orden.

No hubo sorpresa, en todo caso, porque la orquesta llegaba con los mejores parabienes y Mørk, bien conocido en Oviedo, figura en la cima mundial de su instrumento.

Como entremés, "Celibidachiana", de García Abril, una obra que es mucho más que una entrada pero considerado lo que venía después cualquier otra consideración sobra. La composición de García Abril, en la batuta de Belohlavek, fue acuática, apelativa y sin resolución. Muy aplaudida.

Mørk casi aturde al público con el sonido que sacó a su instrumento y en un concierto que exige a los mejores intérpretes con momentos de hondura schubertiana, sin es que no suena a herejía. Tras el descanso, Strauss y más Strauss hasta el punto de hacer olvidar la primera parte. La Filarmónica Checa tocó "Las alegres travesuras de Till Eulenspiegel" como música incidental en toda su belleza y gracia. Excelente. Y después la suite de "El caballero de la Rosa", con vales más allá de la nostalgia y la derrota y una orquestación maravillosa sobre frases de ensueño. Magnífica interpretación de la Filarmónica Checa que el público premió con cuatro minutos de aplausos.

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